Transportación masiva en Santiago
Conteo regresivo a las ilegalidades
José
Antonio Torres
Daniel Garrido, vecino del poblado de Siboney, aseguró que
exigir, controlar y eliminar los abusos originados por las carencias
son tareas impostergables para mejorar la transportación masiva de
pasajeros.
Los
camiones asumen una parte importante de la transportación en
Santiago de Cuba.
Al igual que él, otros lectores de Santiago de Cuba escribieron a
la sección Cartas a la Dirección de nuestro diario para
refrendar el negativo impacto de un grupo de ilegalidades que
atentan contra el normal desarrollo de una de las actividades de
mayor contacto popular.
Cerrar la brecha a las ilegalidades, eliminar las actitudes
tolerantes y denunciar a los que de manera oportunista se aprovechan
de las dificultades del Estado para sustentar este servicio público,
son temas que mueven la opinión de los santiagueros y parte de las
acciones que emprende el territorio para enfrentar a los
transgresores.
LA RAZÓN LE ASISTE AL PUEBLO
Las principales dificultades se localizan en los puntos de mayor
afluencia y concentración de personas, aseguró a Granma
Vladimir Alarcón, director de la Empresa Provincial de Transporte.
El
reforzamiento del transporte de pasajeros en Santiago debe ir
acompañado de organización en todo momento.
Fue enfático al decir que mientras se hace un colosal esfuerzo
por recuperar la infraestructura y el equipamiento de una de las
actividades más deprimidas durante el periodo especial, hay quienes
persisten en lucrar a costa del pueblo.
A su juicio el criterio de las masas se sustenta en sólidos
argumentos, como lo sucedido en la Terminal Intermunicipal de Calle
4, donde se han adoptado un grupo de medidas más enérgicas contra
los infractores.
Allí se discutió la cuota de responsabilidad de administrativos y
trabajadores, así como la necesidad de erradicar la negligencia, la
superficialidad y los enfoques justificativos para eliminar las
vulnerabilidades y cumplir nuestros compromisos sociales, atestiguó
Vladimir.
Las terminales, dijo, no pueden continuar siendo sitios de
operaciones para los vendedores y transportistas ilegales. Todos
somos responsables de prever y actuar contra los hechos que acentúan
las tensiones sociales y afectan la cotidianidad de los
santiagueros.
CIERRAN LA BRECHA A LA TOLERANCIA,
A LA IMPUNIDAD
Miles son las sanciones impuestas al transporte estatal y privado
de la provincia, donde diariamente se trasladan desde y hacia sus
hogares unos 340 000 viajeros.
Los
inspectores tienen la responsabilidad de exigir orden y disciplina.
Durante los nueve primeros meses de este año los cuerpos de
inspectores realizaron más de 72 500 inspecciones, de ellas 12 558 a
vehículos particulares, cuyo aporte a la transportación urbana e
intermunicipal todavía es insustituible.
Las cifras impactan. Por concepto de violación de precios, exceso
de pasajeros y cargar fuera de las terminales se retiraron en igual
etapa 46 licencias operativas, se archivaron 1 052 actas de
advertencia y se impusieron 4 464 multas, con énfasis en 286 que
oscilaron entre los 250 y 1 000 pesos.
Cierto que las acciones de todos los cuerpos de inspección son
visibles, aunque no suficientes. Para eliminar las fisuras se han
creado puntos de supervisión en las terminales.
Paulatinamente avanza el trabajo multifactorial para enfrentar
los hechos delictivos y las indisciplinas de los transportistas.
Los cuerpos de inspectores del MITRANS, de conjunto con la
dirección del sector, la fiscalía, el MININT y las autoridades del
gobierno y del Partido chequean sistemáticamente las incidencias,
restablecen el orden y cada vez con mayor rigor enfrentan el
inescrupuloso proceder de incrementar las ganancias y recaudaciones
a costa de la transportación masiva.
Desobediencia, irrespeto a la ley, muestran los propietarios de
los camiones y camionetas UDN-662 que cubren la ruta hacia Segundo
Frente, multados en nueve ocasiones por exceso de pasaje y no contar
con licencia operativa; el UDL-948 y el UDM-888 de Caletón Blanco y
Chivirico, reportados en seis oportunidades por transportar sin
autorización y el UDN-883, sorprendido cinco veces en la ruta de
Platanillo agenciándose pasaje siendo un vehículo de carga.
Inadmisible el caso del camión, chapa UDN 034 y propiedad de
Hortensio Reyes Quiala, que el sábado 18 de octubre al salir de la
Terminal de Calle 4 continuó cargando usuarios a sobreprecio.
Los inspectores estatales le impusieron la multa, al tiempo que
su respuesta fue bajar a decenas de viajeros y no continuar rumbo
hacia el municipio de Contramaestre.
Actitudes como estas laceran y suceden con frecuencia. Al pueblo,
al Estado se respetan. Dar servicio público implica el estricto
cumplimiento de las obligaciones fijadas.
Las violaciones no solo se concentran en los porteadores
privados, sino en los taxistas que alteran las tarifas fijadas, los
choferes de ómnibus que no entregan íntegramente la recaudación y en
los conductores del sector empresarial que no recogen en las paradas
y sin embargo cobran de forma ilegal.
Ejemplarizante las sanciones a los comisores de hechos vandálicos
contra los ómnibus urbanos, que este año suman 20 y fueron tratados
en correspondencia con la gravedad del delito y su repercusión en la
cifra de pasajeros dejados de transportar.
ASTRO Y LA VENTA DE PASAJES
Muchas son las acciones estatales dirigidas a controlar ambas
actividades. Cifras oficiales confirman que más de 900 000 personas
viajan como promedio anual desde esta provincia hacia todos los
destinos del país.
Las tripulaciones de la Empresa de ómnibus ASTRO de Santiago de
Cuba han incurrido este año en 46 indisciplinas, lo que representa
cerca del 50% de las violaciones reportadas en el territorio
oriental.
De ahí que se extremen las medidas para evitar que los clientes
viajen sin el comprobante de pago, los choferes realicen paradas
fuera de las terminales y se sancione con severidad a quienes
circulan con asientos vacíos y cometen otras infracciones.
Una situación similar presenta la comercialización de boletines
en las agencias y estaciones subordinadas a la Empresa de Viajeros,
que durante el 2008 ha recibido reportes de 61 violaciones.
Frustrar el afán de lucro no solo requiere de soluciones tácticas
y momentáneas, sino radicales, estratégicas, colectivas. Más allá de
las coyunturas y las circunstancias esta también es una cuestión de
índole moral, de trascendencia política, de responsabilidad
jurídica.
El sentir del pueblo y la confirmación práctica de los hechos
ratifican que el orden y la disciplina, junto a la fiscalización y
el constante accionar sobre los infractores, son temas en los que se
avanza, pero donde urge trabajar con la celeridad y el rigor que el
país espera y necesita. |