.— El presidente estadounidense,
George W. Bush, llega desacreditado a la cumbre del grupo de los 20
países industrializados y emergentes (G-20), señala hoy el diario The
New York Times.
Por su parte, el mandatario electo, Barack Obama, como no tiene
ninguna autoridad legal decidió permanecer con razón lejos de este
encuentro, indica el editorial del influyente rotativo.
Según el periódico, en la cita debe llegarse a un acuerdo sobre los
pasos básicos para poner en marcha la dañada economía mundial y ayudar
a los países subdesarrollados a través de estímulos fiscales y
financieros.
Si bien es demasiado pronto para negociar un nuevo reglamento
financiero internacional, los dirigentes pueden emplear la reunión
para iniciar un debate serio acerca de las raíces de la crisis
financiera, precisa el Times.
La fuente refiere que el panorama económico mundial es sombrío,
mientras los gobiernos necesitan aprobar mucho más dinero para recatar
sus sistemas financieros y promover el crecimiento.
Sin embargo, los países desarrollados deberían considerar la
posibilidad de ampliar las garantías sobre los préstamos bancarios
para evitar la succión económica a las naciones más pobres, apunta el
diario.
Los gobiernos subdesarrollados van a necesitar ayuda para salvar
sus bancos e impulsar sus economías, continúa el editorial.
Según el Times, la actual crisis internacional evidencia que los
bancos y otras instituciones financieras deberían estar obligados a
retener un mayor porcentaje de su capital como reserva.
Por otra parte, añade, tiene que haber mucha más transparencia y
supervisión en el mercado de productos financieros por parte de los
organismos como el Fondo Monetario Internacional.
Ninguna de estas cuestiones se resolverá rápidamente y Bush no
debería hacer ningún compromiso el sábado, concluye el Times.