La plenaria decidió, además de presentar las denuncias correspondientes ante organismos nacionales e internacionales, alertar a los organismos de seguridad e inteligencia del país.

El acuerdo fue adoptado a partir del informe de una comisión que investigó denuncias sobre la incitación al odio y la violencia contra la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, en el portal digital de la cadena estadounidense Univisión.

El vicepresidente de la comisión, Israel Sotillo, recordó que la página colocó imágenes de una mujer ensangrentada, simulando a la funcionaria en incitación al asesinato.

Apuntó que en el foro del mismo sitio denominado Muerte a Cilia Flores y a sus familiares también, se observaron expresiones amenazantes como esta gentuza debemos exterminarla, nadie de esta nefasta familia puede salvarse, muerte ya .

El diputado Mario Isea apuntó que amenazas similares aparecieron en otras publicaciones electrónicas atribuidas al grupo paramilitar colombiano Águilas Negras, activo en Venezuela.

El acuerdo indica que la campaña de amedrentamiento favorece la estrategia de la intervención extranjera, al generar escenarios de confrontación entre los seguidores del proyecto socialista que lidera el presidente Chávez y la oposición.

La intervención, de acuerdo con el informe, pudiera ser desde la IV flota norteamericana del Caribe o mediante paramilitares colombianos introducidos en el país.

El asesinato de Flores, explica, provocaría una respuesta de los sectores radicales del movimiento revolucionario, lo cual facilitaría la activación de la ultraderecha civil y militar y la intervención directa de Estados Unidos como sucedió en Haití y el Congo.

El acuerdo del Parlamento venezolano expresa que Venezuela vive hoy una guerra de cuarta generación, donde la principal herramienta utilizada por los sectores de la ultraderecha mundial son los medios de comunicación social masivos.