El apoyo de la Revolución cubana y sus principales líderes a los
damnificados de tres recientes huracanes estimula la movilización
nacional que prosigue hoy en este país para restañar los estragos.
El pueblo y sus dirigentes aúnan fuerzas para restañar los daños
y completar una recuperación iniciada tras el azote de los huracanes
Gustav e Ike, pero obstaculizada por el reciente embate de Paloma.
En tal sentido destacan los inmediatos recorridos efectuados por
todo el país por miembros de los Consejos de Estado y de Ministros,
para conocer de primera mano la situación de los damnificados.
En la población prima una total confianza en reponerse con el
apoyo de la Revolución, sentimiento avalado por casi medio siglo de
victorias conjuntas sobre las adversidades meteorológicas.
Por ello el presidente de Cuba, Raúl Castro, aseguró al pueblo de
Santa Cruz del Sur, azotado por el reciente huracán Paloma: "Confíen
en la Revolución, como nosotros confiamos en ustedes".
Las medidas implementadas por las autoridades de la Defensa Civil
impidieron la pérdida de vidas humanas en dicho poblado, tristemente
célebre porque hace 76 años perecieron allí más de tres mil personas
durante el azote de otro huracán.
Menos de una semana después del embate, Santa Cruz del Sur vuelve
a la normalidad paulatinamente, gracias a intensas jornadas de
higienización y restauración de los servicios básicos.
Camiones y grúas recogieron ya varias toneladas de los escombros
dejados por las penetraciones del mar en la barriada de La Playa,
donde la mitad de sus habitantes quedaron sin hogar y pertenencias.
Los evacuados permanecen en la Universidad de Camagüey, mientras
en Santa Cruz son preparadas casas temporales para residir hasta la
fabricación futura de inmuebles sólidos y alejados del litoral.
Asimismo, las autoridades territoriales garantizan el suministro
de desayunos, meriendas y comidas, y los médicos reparten productos
para clorar el agua y vigilan eventuales brotes epidémicos.
A su vez, ya quedaron totalmente restablecidas las comunicaciones
de televisión, radio y telefonía, gracias al esfuerzo de torreros y
técnicos del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Paloma impactó en Cuba con categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson,
de cinco, agravando las pérdidas ocasionadas hace apenas dos meses
por Gustav e Ike.