Intensas jornadas de limpieza, higienización y restauración de
los principales servicios eléctricos y telefónicos, y la atención a
los damnificados centran las tareas en el municipio de Santa Cruz,
el más afectado en Camaguey por el impacto del huracán Paloma.
Camiones y operadores de grúas, junto a los movilizados y la
propia población de La Playa, y de todos los barrios y comunidades
afectadas por la penetración del mar o inundaciones en zonas bajas,
participan en la recogida de toneladas de escombros.
Aún cuando en La Playa más de la mitad de sus habitantes quedaron
sin hogar y prácticamente sin pertenencias, incluidas hasta sus
ropas, buscan adecuar condiciones para sobrevivir de manera temporal
hasta contar con nuevas viviendas.
La gran mayoría de los residentes que pudo contactar la AIN en el
lugar, manifestaron sus deseos de reconstruir sus casas bien lejos
del litoral.
Sustentan esa decisión ante el impacto de regresar y encontrase
todo perdido, aún cuando le buscaron resguardos a sus efectos
electrodomésticos y personales en los inmuebles más seguros, de
mampostería y altos, y por las constantes evacuaciones, ante los
avisos de tormenta.
Desayunos, meriendas y comidas se ofertan en las zonas dañadas,
mientras especialistas de salud participan en la entrega de
productos para clorar el agua y medicamentos preventivos de posibles
enfermedades, en evitación de brotes epidémicos, y realizan
asistencia médica.
En la ciudad una flota de camiones con materiales de construcción
está lista para la entrega inmediata de techos, rollos de
impermeabilizantes, maderas, bloques y otros, a fin de viabilizar la
recuperación de las casas afectadas.
Los que sufrieron el derrumbe toral de sus viviendas, permanecen
evacuados en la Universidad de Camagüey, mientras en Santa Cruz del
Sur ya se preparan condiciones para casas temporales donde podrán
residir hasta contar en el futuro con inmuebles sólidos y alejados
del litoral.