Evacuar a todos los habitantes que residen en zonas de posible
inundación o penetración del mar, así como proteger hasta el último
recurso de la economía, han sido tareas de máxima prioridad para los
Consejos de Defensa Provincial y de municipios durante todo el día
de hoy, sábado, en esta oriental provincia ubicada unos 670 al este
de la capital cubana.
Momento
en que se realizaba la evacuación en el Puerto de Guayabal.
Aunque las medidas más urgentes se concentraban desde bien
temprano al sur del territorio, por donde pudiera impactar el
huracán Paloma en las próximas horas, el empeño por preservar lo más
importante en este país: la vida humana, y por atenuar los daños
materiales, ha ocupado a toda la provincia.
Así lo pudo apreciar Jorge Cuevas Ramos, presidente del Consejo
de Defensa Provincial, durante un recorrido que incluyó zonas de
alto riesgo, como el Puerto de Guayabal, donde según los
pronósticos, las olas pudieran sobrepasar los cuatro metros de
altura.
Tanto para ese poblado costero, ubicado en el municipio de
Amancio, como para otras localidades que pudieran ser devastadas por
el meteoro, la indicación de las autoridades políticas y
administrativas ha sido clara desde el principio, al orientarse la
evacuación total de todos los habitantes.
Centros
como este, en el sureño municipio de Colombia, acogen y protegen a
cientos de familias tuneras.
La experiencia del huracán Ike, cuando más de 200 000 tuneros
fueron protegidos en centros acondicionados para ello, o en
viviendas familiares, confirmó cuán decisivo resulta para la vida
asegurar oportuna y organizadamente ese movimiento de población.
Entre tanto, los organismos correspondientes han ultimado
detalles para asegurar vitalidad en servicios básicos (abasto de
agua, salud, elaboración de pan y de otros alimentos…), a la vez que
se mantiene permanente vigilancia sobre el estado de los embalses y
la situación higiénico-epidemiológica en los ocho municipios de la
provincia.