Estos
días de intercambio, reflexión y aprendizaje confirman el enorme
potencial de los trabajadores sociales, que la mirada clarividente
de Fidel avizoró hace ocho años, aseguró hoy Carlos Lage,
vicepresidente del Consejo de Estado.
El también miembro del Buró Político del Partido Comunista de
Cuba y secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros,
clausuró el I Taller de Experiencias del Trabajo Social en la
Prevención del Delito, con sede desde el miércoles último en el
Centro de Convenciones Pedagógicas de Cojímar.
Juzgó el foro oportunidad para evaluar resultados, definir retos
y analizar cuánto más urge hacer, en busca del máximo apoyo de la
sociedad y sus instituciones para una labor impensable sin
colaboración e integración, y, también, sin un trabajador social
culto, sensible, tenaz, profesional y cada vez mejor preparado.
Lage
se remontó al inicio de este Programa de la Revolución, en
septiembre de 2000, con la inauguración del primer curso de
formación emergente de trabajadores sociales, y habló de las tantas
misiones cumplidas en estos años por los bien llamados médicos del
alma, que suman ya más de 40 mil en toda Cuba.
Entre las tareas de hoy citó la atención a hogares de niños sin
amparo filial y escuelas de formación integral, la población penal,
personas en situaciones de riesgo o con discapacidad, pacientes con
enfermedades de baja prevalencia y a programas como la ayuda
alimentaria adicional a niños con problemas nutricionales.
Aunque en situación incomparablemente mejor que el resto de
Latinoamérica, donde el narcotráfico y la delincuencia organizada
son fenómenos generalizados y algunos países viven en guerra civil
permanente, Cuba tiene un índice de delitos y conductas sociales
inadecuadas superior al que cabría esperar por el nivel educacional
y de organización de nuestra sociedad, puntualizó.
Son heridas, secuelas de una guerra ganada por la Revolución, ese
Periodo Especial, el más difícil en su historia, del cual vamos
saliendo, pero que ha generado complejos problemas, de ahí la
importancia de reforzar la labor de prevención y atención, no sólo
de los trabajadores sociales, sino de toda la sociedad, añadió.
Llamó a no pensar que son fáciles las soluciones, que bastan una
visita, una oferta de empleo o una medida práctica, pues se trata de
transformar mentalidades, conductas y realidades y eso lleva tiempo,
y coincidió con los delegados en que la prevención y atención
constituyen misiones estratégicas para el Programa.
Lage felicitó a los autores de las ponencias premiadas, entre las
186 presentadas al Taller y exhortó a cada trabajador social a no
olvidar que cada acción generosa, noble, revolucionaria, cada
victoria en su quehacer de cada día, hace realidad un gran ideal y
un hermoso sueño del Comandante en Jefe Fidel Castro.