Vecinos de la histórica Sierra Maestra, el mayor lomerío del
país, aceleran hoy los preparativos para enfrentar las posibles
afectaciones del huracán Paloma, que amenaza al oriente de Cuba.
En la comunidad de Minas del Frío, a mil 442 metros sobre el
nivel del mar, en el municipio Bartolomé Masó, provincia de Granma,
están implementadas todas las medidas previstas en el plan de acción
contra catástrofes.
Con prontitud y organización, el consejo de defensa traslada
hacia el centro de evacuación, instalado en el policlínico Ciro
Redondo, a los residentes de caseríos apartados como Meriño, El
Roble y Altos de Mompié, que pueden quedar incomunicados por el
desbordamiento de ríos o arroyos.
Maritza Medina, jefa del cuerpo de guardia de la mencionada
institución de salud, dijo a la AIN que están creadas las
condiciones para proteger, brindar alimentos y asistencia médica, a
partir del mediodía de hoy, a los 630 pobladores de la zona.
En el centro laboran trabajadores sociales y artistas
aficionados, para apoyar la atención de los evacuados, y los
pacientes con afecciones más graves fueron llevados al hospital de
la comunidad de El Caney de las Mercedes, también en Bartolomé Masó,
agregó.
El policlínico Ciro Redondo, a unos 17 kilómetros de la cabecera
municipal, fue inaugurado en mayo de 2006, tras la remodelación del
hospital rural de igual nombre, y tiene un consultorio en Altos de
Mompié.
Otros 178 montañeses de las comunidades de Canarias y San José,
en el municipio de Guisa, están albergados en el seminternado
Braulio Coroneaux, que tiene capacidad para más de 340 evacuados.
Las autoridades de Granma, en correspondencia con la trayectoria
del huracán Paloma, desmovilizaron más de mil 400 estudiantes que
cumplían el período de práctica laboral La escuela al campo, en la
Sierra Maestra, además de los becarios de todos los centros internos
del territorio.