Actualizado 3:45 p.m. hora local

Talento innovador en Gibara en la producción de
materiales de construcción

FROILÁN PARRA SUÁREZ

GIBARA, Holguín.– A problemas grandes soluciones de gigantes, reza un conocido adagio, y los hombres de Bárbaro Claro, jefe de brigada de la Empresa Constructora de Obras del Poder Popular (ECOPP) en Gibara, lo demuestran cada día, a camisa quitada y con la fuerza de su ejemplo.

Aquí logramos muchas cosas con estas viejas máquinas, pero con más equipos nuevos, como éste de hacer bloques que trajeron desde Villa Clara, nos comemos el mundo, afirma Bárbaro.

Con esta máquina logran hacer, en un día, los bloques equivalentes a una vivienda.

Muestra el equipo, capaz de producir los bloques para una vivienda al día; fruto de la colaboración con la Universidad Marta Abreu, de Villa Clara, institución que cuenta con gran experiencia en la fabricación alternativa de materiales.

Ni bien pasó el huracán, nos volcamos a la limpieza para poder producir. Desde entonces no afrontamos baches laborales, y aunque ahora estamos cortos de cemento, ya se informó que pronto nos asignarán más materia prima, expresa Bárbaro.

Cerca de él se acumula arena, gravilla y tablas de palma, donadas por campesinos de la zona de Boca. En una nave sin paredes se fabrican bloques, ladrillos, celosías y balaustres, entre otras producciones.

Les "pasamos las manos" a las viejas máquinas y así enfrentamos todo el trabajo que venga. Hasta bajo agua hemos trabajado. Lo que hace falta es materiales para no detenernos, reclama Bárbaro.

El intenso ajetreo a su alrededor reafirma sus palabras. Sus hombres, algunos sin camisa para mitigar el intenso calor que acompaña la elevada humedad del clima gibareño, levantan moldes, acomodan los bloques, manejan las máquinas con admirable destreza.

Producen 242 bloques diariamente, pues sólo hay esa cantidad de plantillas. Para ello requieren cerca de nueve sacos de cemento.

Igualmente recuperaron la prensa para hacer mosaicos, producto para el que buscaron las normas técnicas a Holguín y capacitaron a un hombre, pues esta tarea, más especializada, nunca se había hecho en el territorio.

En los próximos días iniciaremos la fabricación de unos 120 mosaicos por día, según la cantidad de moldes disponibles, significa Hernández Sosa.

Sin dejarse amedrentar por el panorama de destrucción que dejó el mar en lo que antes fue un Campo de Tiro, la brigada de restauración de los edificios multifamiliares, perteneciente a Microservi en el municipio de Gibara, comandada por Fernando Garrido Ramírez, improvisó una productiva fábrica de materiales de construcción.

Hombre jovial, cuya vitalidad desmiente sus 71 años, desecha con un gesto hablar del huracán. "Eso es agua pasada. Ahora lo que hay que hacer es trabajar por la Revolución", sentencia.

De forma manual, hacen ladrillos, bloques, celosías, entre otros materiales, para no depender de recursos externos.

De forma manual, con paciencia y perseverancia admirable, hacen ladrillos, bloques, celosías, prefabricados, casi todo lo que lleva la obra, para no depender de los recursos externos.

Iniciamos esta labor antes que pasara el huracán, pero ahora trabajamos con más ahínco, para solucionar los problemas. Ya recuperamos cinco edificios y tenemos uno en proceso, dice Garrido Ramírez.

Un ejecutor, ocho ayudantes, tres albañiles, plomero e impermeabilizador integran la brigada. Sólo tres hombres producen 420 ladrillos diarios. Con más posibilidades tecnológicas y de materiales, pueden llegar a los 860 por día. Ya tienen disponibles 3200.

La materia prima fundamental es el producto conocido como estéril, procedente del Molino "200 Mil". Una vez tamizado pueden producir materiales como los ladrillos prensados, con muy bajo costo, y que son una buena ayuda a las labores de recuperación del municipio.

Queremos incrementar la producción, para apoyar otras viviendas que también sufrieron daños, subraya Garrido Ramírez.

Perteneciente a la Industria de Materiales, el molino La Candelaria, más conocido como "200 Mil", por ser esa su capacidad productiva instalada, resulta una pieza clave en el desarrollo de las construcciones de la provincia.

Una gigantesca nube de polvo indica la ubicación del Molino y el ruido de las piedras al ser trituradas por los tres molinos: el primario, el secundario y el terciario, se escucha mucho antes de llegar.

De la mina cercana se extraen las piedras, y son reducidas al diámetro asimilable por el molino mediante explosiones. El primario reduce las piedras a 100 milímetros, el secundario entre 55 y 70 milímetros – pues sufrió daños en el rotor interno –, y el terciario se realiza la maceración. Luego se clasifican los productos, a través de las zarandas de tres paños, según el tamaño para la comercialización.

Las grandes maquinarias del Molino La Candelaria no descansan para aumentar la producción

El molino tiene un plan del año de 173 000 metros cúbicos de áridos, hasta el cierre de octubre se han producido 138 815, explica Yanier Cuadro Zaldívar, ingeniero en Minas y jefe de producción.

Entre los productos finales se incluyen renglones como: diferentes tipos de granitos, polvo de piedra, gravilla y arena artificial, material que se encuentra al 60 por ciento, a pesar de ser el de mayor demanda, pues hay un molino con dificultades técnicas.

El Estéril es lo que denominamos base pétrea, un material de rechazo que viene dentro de la materia que recogemos. Aquí clasifica y se evacua, porque sirve para muchas cosas como relleno de caminos y también se dan los primeros pasos en la construcción, fundamentalmente en la zona de Gibara, expone Yanier.

Para reconstruir las más de 19 000 viviendas dañadas por Ike los gibareños buscan soluciones en su tierra, trabajan con tesón para rescatar el esplendor de la Villa Blanca, que renace confiada en el talento de sus mejores hijos.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir