Muestra el equipo, capaz de producir los bloques para una
vivienda al día; fruto de la colaboración con la Universidad Marta
Abreu, de Villa Clara, institución que cuenta con gran experiencia
en la fabricación alternativa de materiales.
Ni bien pasó el huracán, nos volcamos a la limpieza para poder
producir. Desde entonces no afrontamos baches laborales, y aunque
ahora estamos cortos de cemento, ya se informó que pronto nos
asignarán más materia prima, expresa Bárbaro.
Cerca de él se acumula arena, gravilla y tablas de palma, donadas
por campesinos de la zona de Boca. En una nave sin paredes se
fabrican bloques, ladrillos, celosías y balaustres, entre otras
producciones.
Les "pasamos las manos" a las viejas máquinas y así enfrentamos
todo el trabajo que venga. Hasta bajo agua hemos trabajado. Lo que
hace falta es materiales para no detenernos, reclama Bárbaro.
El intenso ajetreo a su alrededor reafirma sus palabras. Sus
hombres, algunos sin camisa para mitigar el intenso calor que
acompaña la elevada humedad del clima gibareño, levantan moldes,
acomodan los bloques, manejan las máquinas con admirable destreza.
Producen 242 bloques diariamente, pues sólo hay esa cantidad de
plantillas. Para ello requieren cerca de nueve sacos de cemento.
Igualmente recuperaron la prensa para hacer mosaicos, producto
para el que buscaron las normas técnicas a Holguín y capacitaron a
un hombre, pues esta tarea, más especializada, nunca se había hecho
en el territorio.
En los próximos días iniciaremos la fabricación de unos 120
mosaicos por día, según la cantidad de moldes disponibles, significa
Hernández Sosa.
Sin dejarse amedrentar por el panorama de destrucción que dejó el
mar en lo que antes fue un Campo de Tiro, la brigada de restauración
de los edificios multifamiliares, perteneciente a Microservi en el
municipio de Gibara, comandada por Fernando Garrido Ramírez,
improvisó una productiva fábrica de materiales de construcción.
Hombre jovial, cuya vitalidad desmiente sus 71 años, desecha con
un gesto hablar del huracán. "Eso es agua pasada. Ahora lo que hay
que hacer es trabajar por la Revolución", sentencia.
De forma manual, hacen
ladrillos, bloques, celosías, entre otros materiales, para no
depender de recursos externos.
De forma manual, con paciencia y perseverancia admirable, hacen
ladrillos, bloques, celosías, prefabricados, casi todo lo que lleva
la obra, para no depender de los recursos externos.
Iniciamos esta labor antes que pasara el huracán, pero ahora
trabajamos con más ahínco, para solucionar los problemas. Ya
recuperamos cinco edificios y tenemos uno en proceso, dice Garrido
Ramírez.
Un ejecutor, ocho ayudantes, tres albañiles, plomero e
impermeabilizador integran la brigada. Sólo tres hombres producen
420 ladrillos diarios. Con más posibilidades tecnológicas y de
materiales, pueden llegar a los 860 por día. Ya tienen disponibles
3200.
La materia prima fundamental es el producto conocido como
estéril, procedente del Molino "200 Mil". Una vez tamizado
pueden producir materiales como los ladrillos prensados, con muy
bajo costo, y que son una buena ayuda a las labores de recuperación
del municipio.
Queremos incrementar la producción, para apoyar otras viviendas
que también sufrieron daños, subraya Garrido Ramírez.
Perteneciente a la Industria de Materiales, el molino La
Candelaria, más conocido como "200 Mil", por ser esa su capacidad
productiva instalada, resulta una pieza clave en el desarrollo de
las construcciones de la provincia.
Una gigantesca nube de polvo indica la ubicación del Molino y el
ruido de las piedras al ser trituradas por los tres molinos: el
primario, el secundario y el terciario, se escucha mucho antes de
llegar.
De la mina cercana se extraen las piedras, y son reducidas al
diámetro asimilable por el molino mediante explosiones. El primario
reduce las piedras a 100 milímetros, el secundario entre 55 y 70
milímetros – pues sufrió daños en el rotor interno –, y el terciario
se realiza la maceración. Luego se clasifican los productos, a
través de las zarandas de tres paños, según el tamaño para la
comercialización.
Las grandes maquinarias del
Molino La Candelaria no descansan para aumentar la producción
El molino tiene un plan del año de 173 000 metros cúbicos de
áridos, hasta el cierre de octubre se han producido 138 815, explica
Yanier Cuadro Zaldívar, ingeniero en Minas y jefe de producción.
Entre los productos finales se incluyen renglones como:
diferentes tipos de granitos, polvo de piedra, gravilla y arena
artificial, material que se encuentra al 60 por ciento, a pesar de
ser el de mayor demanda, pues hay un molino con dificultades
técnicas.
El Estéril es lo que denominamos base pétrea, un material
de rechazo que viene dentro de la materia que recogemos. Aquí
clasifica y se evacua, porque sirve para muchas cosas como relleno
de caminos y también se dan los primeros pasos en la construcción,
fundamentalmente en la zona de Gibara, expone Yanier.