Con el reporte de sólo tres fallecidos hasta el cierre de octubre
y la consolidación del trabajo asistencial y de preservación de la
vida infanto-juvenil, el hospital pediátrico de Guantánamo celebra
hoy su 90 cumpleaños.
Nombrado Mayor General Pedro Agustín desde su inauguración el 6
de noviembre de 1918 en honor al encumbrado mambí, la institución
constituyó durante sus primeras cuatro décadas de existencia la
única alternativa de salud para la empobrecida población de la zona.
Sólo tras el triunfo de la Revolución en 1959 el centro dispuso
de presupuesto, logró verdadera capacidad asistencial, incrementada
a partir de 1981 cuando se convirtió en pediátrico tras inaugurarse
el hospital general Doctor Agostinho Neto.
El cambio de misión, la modernización tecnológica y la elevación
del nivel científico de sus recursos humanos, le permitió disminuir
la tasa de mortalidad infantil en la provincia desde 226 por cada
mil nacidos vivos en 1970 hasta sólo seis el pasado año.
Hoy la institución dispone de confortables salas de ingreso,
cuidados intensivos e intermedios, quirófano con seis posiciones,
laboratorios de microbiología, inmunoquímica, genética y anatomía
patológica, y la más moderna tecnología diagnóstica.
Posee además un policlínico con 34 disciplinas pediátricas, 117
médicos (34 especialistas de segundo grado), 268 enfermeras, quienes
apoyados por mil 339 trabajadores garantizan la vitalidad del centro
asistencial pese al criminal bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.