El rechazo de los 209 empresarios estadounidenses presentes aquí,
a las regulaciones impuestas por Washington a Cuba es abrumador,
aseguró Pedro Álvarez Borrego, presidente de la empresa cubana
importadora de alimentos Alimport, durante la tercera jornada de la
XXVI Feria Internacional de La Habana que entregará sus premios hoy
en horas de la noche.
"Las prohibiciones de viaje, de financiamiento, de venta y
compra, etc., de Estados Unidos hacia Cuba perjudican sensiblemente
a nuestro país, pero también a los productores norteamericanos,
quienes, en una situación especial, de crisis económica, están
perdiendo un mercado cercano, potencial comprador y suministrador de
bienes y servicios."
No obstante, la participación empresarial estadounidense en la
feria creció este año (110 compañías), y existen posibilidades de
materializar importantes convenios para Cuba. Alimport debe firmar,
en el marco de este evento, contratos por un valor de 300 000 000 de
dólares con varios países como China, Vietnam, Venezuela, Brasil,
Chile y Argentina, subrayó Álvarez Borrego.
Hasta hoy el comercio con el vecino del norte es unidireccional.
Ante una eventual eliminación de estas restricciones, que llevan más
de cuatro décadas vigentes y más de diez administraciones
norteamericanas, esas compras se pudieran multiplicar, aun
preservando Cuba los socios tradicionales que tiene, destacó.
"Esa política es obsoleta, realmente ya no se puede mantener.
Cada día se hace más latente en los agricultores, los portuarios,
empresarios, transportistas y en el propio pueblo estadounidense, la
necesidad de introducir cambios y eliminar ese bloqueo".
Jay Brickman, presidente de la naviera norteamericana Crowley,
confirmó a Granma que existen posibilidades reales de
incrementar los negocios entre Cuba y Estados Unidos, pero estos son
interferidos por el bloqueo.
"El bloqueo perjudica al pueblo cubano, pero también al
norteamericano, porque las exportaciones significan ingresos.
Tenemos problemas de déficit en nuestro balance comercial
internacional y una forma de cambiar es exportando más, en lo cual
Cuba puede desempeñar un papel muy importante", dijo.
Recordó que un año atrás una delegación estadounidense visitó la
Isla para hacer un estudio del comercio en el tema agrícola y
concluyó que de no existir las restricciones impuestas por el
bloqueo, fácilmente se duplicarían las negociaciones, cálculo, en su
opinión, "muy conservador".
Crowley fue la primera naviera en transportar cargas desde
Estados Unidos hacia puertos cubanos en diciembre de 2001, y la
única, hasta el momento, que traslada contenedores. Desde entonces
realiza como promedio 52 viajes anuales.
Al referirse a la posible influencia de la nueva administración
estadounidense en las relaciones comerciales entre ambos países,
Brickman aseguró que "debe darnos una ventana de oportunidades que
hasta ahora no hemos tenido, pues las licencias siempre han abarcado
un espectro muy estrecho". Espero ver mayor flexibilidad, insistió.