Batallas cotidianas que ayudan a triunfar

Entrevista con José Rabilero, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución

Katia Siberia García

Con su entusiasmo habitual, Juan José Rabilero convierte el escenario en un campo de batalla y habla de victorias.

Me satisface el compromiso de los cederistas para trabajar, afirma Rabilero.

Pero hoy conversa con Granma sobre insuficiencias y empeños. Tampoco cede en su ánimo porque sabe que el VII Congreso de los CDR será una oportunidad para hacer un alto en su tropa y lanzarse con renovados esfuerzos.

-¿Principal preocupación?

No sé si será la principal, pero existe una preocupación muy urgente y es la política de cuadros. No tenemos una selección idónea a partir de los dirigentes de base. Además de las cualidades que debe poseer un cuadro, tiene que tener vocación: nosotros no los hemos enamorado, no los hemos comprometido.

¿La causa? Falta mayor vínculo con la base. Todavía nos roba tiempo el reunionismo, y es que los CDR están "como el arroz blanco": en todo. Nos citan mucho, nos piden muchas tareas y eso, a mi entender, dificulta el trabajo en la base, sobre todo, el de los cuadros municipales. Pero también es porque falta conciencia.

Este año los CDR han entregado más de 450 000 donaciones de sangre.

Si revisas un plan de trabajo notas ausencia de intencionalidad. Es cierto que esta tarea es voluntaria y que los dirigentes de los 135 000 CDR son abnegados, pero el CDR siempre se parece al dirigente, donde no funcione bien tenemos que revisar.

-¿Y la guardia?

Con la guardia nosotros no descansamos. Y la constancia fluctúa atendiendo a etapas y zonas. Los análisis de estadísticas, recorridos e, incluso, la opinión de historiadores de la organización así lo confirman. Hablan de momentos en los que se refuerza y de otros en que decae. Por ejemplo, cuando la proclama de Fidel, el 31 de julio del 2 006, se elevó la combatividad. Ante las posibles agresiones del Imperio, la población adquiere conciencia y refuerza la vigilancia. Recientemente, cuando la reflexión de Los juicios y las virtudes, sucedió parecido, aumentó la combatividad. Cuando la gente tiene conciencia, cuando se avista el peligro, reacciona. Existen excelentes zonas, y también tenemos malos ejemplos. A veces no es que no quieran hacer la guardia, si no que el propio CDR no la organiza, no la controla.

-Cuando se habla de CDR, muchos piensan también en donaciones de sangre¼

Hace 5 años, uno de los debates del VI Congreso fue, precisamente, las donaciones, pues muchas eran familiares (se le solicitaba al familiar del ingresado). En este momento, excepto en Ciudad de La Habana, no se solicita ya. ¿Qué pasa en la capital? Que recibe pacientes de todo el país¼ que radican los principales centros y que, por tanto, posee mayor demanda. Podemos revertir esa situación, la responsabilidad es tan nuestra como de Salud Pública.

Hoy la deuda mayor es el reconocimiento a los donantes. Particularmente creo que tenemos más donantes de la cuenta. Lo ideal sería lograr donantes sistemáticos y no esporádicos. Así, la misma persona donaría dos o tres veces al año y podríamos, incluso, particularizar aún más su estímulo moral. Este año entregamos más de 450 000 donaciones, pero podríamos organizar mucho mejor ese proceso.

-¿Qué está pasando con la materia prima?

La materia prima tuvimos hasta que quitarla de los parámetros de la emulación. Y no es que la gente no la quiera recoger, o no la tenga, es que ha habido dificultades con la recogida. Se llegaron a poner multas por tenerla acumulada y ser foco de mosquitos. A mi modo de ver, en estos momentos esta tarea depende más de los recursos de la Empresa de Materias Primas, que de nosotros.

-¿El relevo de la organización?

La organización cederista debe resultarle más agradable a los jóvenes, debe motivarlos. Hoy el 22% de nuestros cuadros es joven, pero hace 10 años teníamos un 30%. Hay que estimularlos, darles oportunidades, pues esa disminución incide también en los delegados del Poder Popular. Si un joven no se destaca en el comité es más escasa su posibilidad de ser reconocido y promovido para estar al frente de la circunscripción. Algunos dirigentes llevan años en el cargo y con su experiencia pueden contribuir a oxigenar los CDR y darles paso a las nuevas generaciones.

-¿Una buena nueva para terminar?

Podría referirme a algunos resultados, pero los dejaré para el Congreso. Hoy lo que más me satisface es el compromiso de los cederistas para trabajar, y más que esas palabras, la disminución de delitos en el barrio durante los últimos siete años. Hay mayor enfrentamiento y más tranquilidad ciudadana. No hay en cada cuadra un policía, pero sí hay un comité, y con nuestro batallar diario podemos vencer.

 

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