MOSCÚ, 6 de noviembre.— La eficiente gestión del Canal de Panamá
tras los acuerdos Torrijos-Carter demuestra que se equivocaban
quienes subestimaban el talento de los nacionales para operar ese
recurso económico, sostuvo hoy aquí una fuente diplomática.
Al inaugurar con una conferencia magistral la Quinta Jornada
Científica Bienal de la Universidad Estatal rusa de Humanidades, el
embajador de la nación centroamericana, Augusto Fabregad, resaltó la
lucha de los panameños por su soberanía.
Dedicado al descubridor de los principios que permiten leer la
escritura maya, Yuri Knorosov, profesor de este centro docente
fallecido hace una década, el foro de tres días reúne a diplomáticos
latinoamericanos, intelectuales de esta región y del país sede.
Ante ellos, Fabregad disertó acerca de la historia panameña,
estrechamente relacionada con el devenir del canal, cuya
construcción fue iniciada por empresarios franceses y concluida por
los norteamericanos al costo de numerosas vidas.
Los descubrimientos realizados a finales del siglo XIX por el
sabio cubano Carlos J. Finlay sobre el agente transmisor de la
fiebre amarilla sirvieron de base al saneamiento de esa zona, y los
estadounidenses pudieron concluir la obra, explicó el embajador.
En su intervención, el jefe de la legación diplomática resaltó
los nexos de amistad entre su país y Rusia, los cuales datan desde
los días en que Panamá se separó de Colombia, según explicó.
Durante la velada, el diplomático donó a la universidad una
artesanía única e irrepetible creada por aborígenes panameños de la
etnia Kuna, libros y documentales que engrosarán los fondos del
Centro de Estudios Mesoamericanos Yuri Knorosov, de la institución
docente.
En el primer día del foro participaron como ponentes el
vicerrector de la Universidad de Humanidades, Valery Minaev, la
directora del centro Yuri Knosorov, Galina Ershova, y Dana Góndola,
representante de los ruso-parlantes en Panamá.
La velada concluyó con la presentación del libro de poemas y
fotos Nada personal, de la integrante de la diáspora rusa en el país
itsmeño, Lilia Cherniak. (PL)