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La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) pronosticó hoy altos precios de los cereales pese
a buenas cosechas, debido a la crisis financiera actual.
En su reporte bianual Perspectivas de los Alimentos, el organismo
especializado de la ONU alerta sobre el impacto de esta situación
financiera en el sector agrícola y en los precios de los cereales el
próximo año.
El gran impulso de la producción de cereales ocurre en los países
desarrollados, donde los campesinos están en mejor posición de
responder a los altos precios, precisa el informe, en el cual se
alerta que las naciones subdesarrolladas no tienen esa capacidad.
Los países del Tercer Mundo están limitados para dar respuesta a
la subida de precios por las pobres condiciones en el sector
agrícola de esos Estados, señala FAO, luego de advertir que existe
un riesgo real de reducción en la compra de alimentos.
El número de hambrientos se elevaría aún más, subraya el
documento.
Precisa que si la actual volatilidad de los precios y condiciones
de liquidez se mantienen en 2008-2009, el resultado de las cosechas
sufrirá severas afectaciones y se producirían nuevos incrementos de
precios en los cereales en 2009-2010.
Estas condiciones, añade, desatarían una crisis alimentaria más
severa que las experimentadas recientemente.
Al respecto señala que la crisis financiera de los últimos meses
ha amplificado la caída de precios, contribuido a tensar los
mercados crediticios que provocó más incertidumbre sobre las
perspectivas del próximo año.
Por esa razón, muchos productores están adoptando decisiones muy
conservadoras sobre qué plantar, comenta.
La FAO apunta que el aumento de precios de los alimentos este
último año ocasionó un incremento del número de desnutridos en el
mundo, que ahora se estima en 923 millones, una cifra que considera
puede elevarse todavía más.
Para alimentar a la población mundial de más de nueve mil
millones en 2050, en la actualidad de seis mil millones, la
producción mundial tiene prácticamente que duplicarse, según la FAO.
Para alcanzar esa meta, el organismo especializado de la ONU dice
que se necesitará enfrentar nuevos desafíos vinculados a la
agricultura, como los de infraestructura rural y limitación de agua,
así como las limitadas inversiones.
Recomienda más investigaciones en el sector agrícola, medidas
para la adaptación al cambio climático, mayores inversiones,
maquinarias, tractores y campesinos mejor preparados.