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El gobierno boliviano ratificó hoy que iniciará un juicio contra el
ministro de la Corte Suprema de Justicia José Luis Baptista, quien
pretendió liberar al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández,
acusado de genocidio.
El Ejecutivo responsabiliza a Fernández, detenido en La Paz, de
ser el principal responsable de una matanza contra campesinos el
pasado 11 de septiembre, con saldo de 18 muertos y más de 100
desaparecidos.
La ex autoridad también desacató el estado de sitio decretado el
12 de septiembre último, pero representantes del poder judicial en
Chuquisaca pretenden liberarlo mediante recursos irregulares, de
acuerdo con la parte acusadora.
El viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, anunció que el
ejecutivo presentará una denuncia penal en contra de Baptista por
uso indebido de influencias.
Según explicó, el pasado 19 de septiembre, Baptista tramitó de
manera oficiosa una inhibitoria en la ciudad de Sucre, en un tiempo
récord, para favorecer a su amigo Fernández, pero sin tener
competencia.
Añadió que como juez de garantía, el magistrado debió requerir la
proposición acusatoria sobre la que se basaba el proceso de
investigación que hizo en su momento el Fiscal General de la
República, Mario Uribe.
"No ha pedido, no ha cumplido su deber y esto porque no existe
proposición acusatoria; primer elemento que nos da el uso indebido
de influencias", aseveró.
Otro argumento que citó Chávez "y la más grave", según dijo, fue
la conducta pública del ministro Baptista, quien amenazó al Fiscal
General con iniciarle un proceso penal si no reasumía el juicio de
responsabilidades contra el ex prefecto Fernández,
El magistrado olvidó, afirmó, que había sido el mismo Fiscal
quien en septiembre pasado entregó expedientes a una Comisión
Especial Multipartidaria del Congreso para que investigue los hechos
acaecidos en la región amazónica de Pando.
"Públicamente favorece y pide libertad para Leopoldo Fernández,
siendo un juez y teniendo que mantenerse en imparcialidad", expresó.