El Ballet Nacional de Cuba (BNC) celebró aquí los cuatro siglos
de literatura cubana con el estreno mundial de Lucía Jerez,
coreografía de Alicia Alonso sobre la novela Amistad funesta, de
José Martí.
Esa pieza en un acto y tres escenas, inspirada en un libreto de
la célebre poeta Fina García Marruz, incorpora una partitura de
Enrique González Mantici (1912-1974) para orquesta de cuerdas.
Compositor y director orquestal, Mantici estuvo muy vinculado al
quehacer de la compañía en sus primeras décadas.
Interpretada por Viengsay Valdés, la obra recrea la historia de
la joven Lucía, quien, presa de celos incontenibles por su prometido
Juan, dispara contra Sol, la protegida de su novio, ante la mirada
consternada de varios amigos.
En nombre de los escritores cubanos, el narrador y ensayista
Eduardo Heras se dirigió al publico reunido en el Gran Teatro
habanero para significar que, con la aparición del poema Espejo de
paciencia, de Silvestre de Balboa, se inició una larga aventura de
la imaginación y la palabra en la isla.
Destacó los destinos comunes de la literatura y el ballet, cuyo
vínculo exhibe unos 30 títulos coreográficos relacionados con obras
cubanas en casi todos los géneros.
No será, dijo, el homenaje del BNC a los 400 años de la
literatura cubana, sino el homenaje de la literatura a las seis
décadas del BNC.
En la recta final del XXI festival internacional de ballet de La
Habana sobresalió la fugaz aparición de Carlos Acosta en la
simpática coreografía de Benvan Couvenberg, El burgués.
Apenas tres minutos bastaron para demostrar las potencialidades
del primer bailarín del BNC, quien, desenfadado y vital, entregó su
versatilidad histriónica y danzaria para provocar una prolongada
ovación.
La emblemática compañía cubana también reservó la víspera el
ballet Las sílfides, versión de Alonso sobre la original de Mijail
Fokin.
Correspondió a Anette Delgado y Alejandro Virrelles el
protagonismo de una pieza neorromántica que, en su época, incorporó
a la danza nuevos elementos de línea y composición.
Asimismo, la prima ballerina assoluta presentó su versión de la
comedia-ballet La flauta mágica, inspirada en la obra homónina de
Lev Ivanov.
La interrelación del BNC con la literatura ha llevado a la
participación directa de conocidos escritores del patio como
libretistas para obras coreográficas creadas al efecto.
Además, la huella del aporte cubano se aprecia en grandes
clásicos de la danza que recrean obras, mitos y leyendas del acervo
literario universal, entre ellas La bella durmiente del bosque,
Cascanueces, Don Quijote y Romeo y Julieta.