Actualizado 10:00 a.m. hora local

Unidad entre literatura y ballet desde hace 400 años

Numerosas obras de la literatura cubana y universal han ennoblecido coreografías del Ballet Nacional de Cuba (BNC), cuya unidad con estas manifestaciones ha sido demostrada desde el primer monumento literario El espejo de Paciencia.

En la Gala de este martes por los 400 años de la Literatura Cubana, el intelectual Eduardo Heras León destacó el estreno mundial del ballet Lucía Jerez, obra que ejemplifica el mutuo enriquecimiento que esa simbiosis genera como poesía de la palabra o del movimiento.

El Gran Teatro de La Habana resultó pequeño para el acontecimiento cultural que festejó el matrimonio de la danza y la literatura con la coreografía de la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, inspirada en el libreto de la poetisa Fina García Marruz sobre la novela homónima, de José Martí.

Viengsay Valdés (Lucía Jerez) y Yadil Suárez (Juan Jerez) fueron los protagonistas del drama amoroso acrecentado por los celos hacia la joven Sol del Valle, y presentado en un acto y tres escenas con música de Enrique González Mantici y diseños de Frank Álvarez.

La exaltación de la novena noche del XXI Festival Internacional de Ballet de La Habana correspondió al primer bailarín Carlos Acosta al asumir el solo de El burgués.

Anette Delgado, Alejandro Virelles, Aymara Vasallo, Aymara Rodríguez, Bettina Ojeda y Mercedes Piedra, interpretaron Las Sílfides, estructura coreográfica, musical y de diseño a cargo de Alicia Alonso-Mijaíl Fokín-Fryderyk Chopin-Salvador Fernández).

Cerró el programa el BNC con La flauta mágica, comedia-ballet en un acto de Alicia Alonso inspirada en la obra homónima de Lev Ivanov, con Música y diseños de Ricardo Drigo y Ricardo Reymera, respectivamente. (AIN)

 

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