MONTEVIDEO, 6 de noviembre.— Los oftalmólogos, médicos y técnicos
cubanos que cumplen en Uruguay la Misión Milagro han practicado de
febrero a hoy más de 5 200 intervenciones quirúrgicas para devolver
o mejorar la visión a ciudadanos de escasos recursos.
La cifra pudo ser mayor, pero en determinados momentos hemos
afrontado dificultades técnicas en los salones quirúrgicos, dijo a
Prensa Latina Issax Paredes, jefe de la brigada Desembarco del
Granma .
De aquella cifra, la inmensa mayoría fueron a pacientes con
cataratas, la afección ocular más frecuente en el país y de las
cuales, antes de la llegada de los cubanos, solo se hacían unas 35
operaciones por mes en el sector público, a un costo entre 500 y 1
000 dólares por ojo.
Ahora en el Saint Bois (como se llama el hospital donde laboran
los profesionales de la Isla) operamos de cataratas hasta casi 40
personas por día, y de más está decir que gratuitamente, indicó
Paredes.
Otro ejemplo del valor humano del quehacer de los galenos cubanos
en Uruguay son las cirugías refractivas mediante la compleja técnica
del exímer láser, antes solo al alcance quienes podían pagar los 2
300 dólares que como promedio costaba la operación de un solo ojo.
Duele hablar de eso cuando debiéramos hacerlo de solidaridad,
pero en lo que nosotros respecta, nos sentimos más que pagados
cuando personas que antes casi no veían, o no veían nada, ven por
primera vez a un nieto, a un hijo o simplemente cómo es el mundo,
comenta el jefe de la brigada.
Más de una vez, cuando en el horario libre andamos por las
calles, nos hemos encontrado con pacientes que han recuperado una
visión normal y no saben cómo agradecernos. Eso no tiene precio,
recalca.
Desde su activación en julio de 2004 a la fecha, la Operación
Milagro hizo posible devolver o mejorar la vista a más de un millón
300 000 personas de bajos recursos de 32 países. (PL)