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Médicos cubanos
Casa a casa para llevar luz
Regresan a Cuba los más de 400 cooperantes que
formaron la brigada médica gestora de la Misión Especial José
Gregorio Hernández en Venezuela. Algunos de sus integrantes y
coordinadores conversan con Granma sobre la experiencia
Leticia
Martínez Hernández
Idalma Stuart vuelve a pisar suelo cubano tras diez meses de
ausencia. Es psicopedagoga y narra cómo, casa por casa, visitaron
millares de familias venezolanas buscando personas discapacitadas y
urgidas de ayuda. Subir una montaña de más de 3 000 metros, navegar
durante horas extensos ríos o atravesar el Amazonas se volvió
cotidiano para esta isleña acostumbrada a desandar la capital
habanera.
Idalma
Stuart, psicopedagoga, asegura que fue un trabajo arduo pero
reconfortante.
Fue un trabajo arduo, rememora Idalma. Los días terminaban
marcados por el agotamiento físico y la añoranza de la familia y el
país. Pero el agradecimiento de los venezolanos, a muchos de ellos
un médico nunca los había tocado, nos reconfortaba. A veces no
tenían la instrucción para darte la gracias, pero una expresión, una
mirada, una sonrisa denotaban la retribución por nuestra labor.
"Vivencias así resultan imposibles de olvidar, y ahora mismo
pienso en mi hijo de 14 años, a quien le voy a contar cada una de
ellas para que aprenda a valorar lo que tiene, y engrandecer así su
formación como hombre de bien."
Para Milagros Stuart Castro, defectóloga y logopeda, la misión
estuvo sellada por el amor. Sentimientos de orgullo y satisfacción
la embargan al regresar a la Patria. Mirar hacia atrás y recordar
cada travesía por territorio bolivariano la conmueven sobremanera.
Repasa los días en el estado Delta Amacuro cuando la trasladaban en
helicópteros o lanchas para llegar a los parajes más intrincados.
Resume que ha sido una experiencia bella pero también peligrosa.
Ahora ríe al contar cuando la embarcación en que viajaba quedó
varada en medio del río, aunque casi muere de miedo en aquel
instante. Conversa Milagros sobre la supremacía femenina en la
brigada médica, lo cual sensibilizó aún más la misión y demostró la
valía de las cubanas, acostumbradas a sortear difíciles escollos.
Como señal de fe, Milagros trae colgada al cuello una medalla con
la imagen del médico José Gregorio Hernández, profesional ejemplar
reverenciado en Venezuela por sus cualidades y vocación religiosa.
La plegaria al insigne doctor, declarado Venerable por resolución
del Vaticano, dice "practicó las más heroicas virtudes, en especial
una fe ardiente, una pureza angelical y una caridad encendida". Tras
sus pasos también siguieron nuestros médicos, llevando luz con la
mejor de las certezas en el mejoramiento humano.
Misión José Gregorio Hernández,
generosidad sin límites
Desde julio de 2007 hasta octubre del presente año, en los 24
estados de la República Bolivariana de Venezuela, la brigada médica
cubana realizó un estudio integral de las personas discapacitadas,
cuyos objetivos eran caracterizar las causas de la discapacidad e
identificar las principales necesidades de esta población desde el
punto de vista social, médico y educativo.
En
el aeropuerto internacional José Martí, colegas y familiares los
esperaban para intercambiar experiencias, abrazos y la alegría del
retorno a la Patria.
La investigación surgió a raíz de una similar llevada a cabo en
Cuba y contó con la participación de 200 médicos máster en
asesoramiento genético, 200 licenciados en Defectología, 16
genetistas, además de neurofisiólogos, neuropediatras, psicólogos,
psicopedagogos, bioestadistas e ingenieros en Informática. Según
precisó Hilda Hernández Madero, funcionaria del Ministerio de Salud
Pública, estuvieron representados en la brigada especialistas de
todas las provincias y municipios del país.
La doctora Beatriz Mancheco informó a Granma que concluyó
la primera etapa de la investigación y que en un segundo momento
comenzarán acciones específicas sobre los problemas identificados.
Significó el alto nivel científico de los integrantes de la brigada,
en su mayoría especialistas en Medicina General Integral y
licenciados en Enfermería que han cursado la maestría en
asesoramiento genético, y tienen una formación apta para realizar
este tipo de estudio.
La labor de los galenos cubanos fue subrayada por el presidente
Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana, el pasado 31 de
octubre, quien dijo que se habían entregado a la Misión "en una
demostración de generosidad sin límite". Al agradecerles
públicamente, el Jefe de Estado venezolano comentó fragmentos de un
mensaje de Fidel, en el cual le solicita reconocer a los
participantes "en una tarea tan humana como la Misión José Gregorio
Hernández, de la cual no podría siquiera hablarse en la Venezuela de
Acción Democrática y la llamada Democracia Cristiana en la Patria
original de Bolívar".
También durante el reconocimiento en Caracas, Marcia Cobas,
viceministra de Salud Pública, quien encabezó la Misión y el estudio
por la parte cubana, presentó los principales resultados, entre los
que sobresale la identificación de 335 031 personas con
discapacidad, de ellas 128 836 con discapacidad física motora y 99
383 con discapacidad intelectual.
Merecido recibimiento
En la noche del 4 de noviembre llegó a Cuba la brigada médica. En
el aeropuerto internacional José Martí, colegas y familiares los
esperaban para intercambiar experiencias, abrazos y la alegría del
retorno a la Patria. Allí fueron recibidos además por José Ramón
Balaguer Cabrera, miembro del Buró Político y ministro de Salud
Pública, quien los felicitó también en nombre de Fidel y Raúl.
José
Ramón Balaguer Cabrera, ministro de Salud Publica, los felicitó
también en nombre de Fidel y Raúl.
Expresó que en los últimos días se han vivido momentos de
profunda trascendencia durante la celebración del aniversario 45 de
la colaboración médica cubana y el décimo del Programa Integral de
Salud. Recordó las palabras del líder histórico de la Revolución
cuando en el año 1963 el país envió 50 médicos a Argelia y aseguró
que en el futuro serían muchos más, luego la formación masiva de
médicos se hizo una realidad.
Balaguer dijo que esta ha sido la obra más grande de la
Revolución, por encima del desarrollo científico de nuestra medicina
hemos sido capaces de formar galenos de actuar revolucionario,
hombres y mujeres que han logrado cambiar la vida en disímiles
comunidades. Hoy los recibimos a ustedes con el sentimiento de que
recibimos la fuerza de la Revolución actuando con los seres humanos,
concluyó. |