Panamá
se ha hecho eco del programa de ahorro energético que desde hace
algún tiempo —y con probados resultados—, lleva adelante el Gobierno
cubano. Los istmeños han bautizado la tarea como Operación Bombillo.
En estos momentos la experiencia transita por la entrega de focos
ahorradores a las personas con menos recursos, de manera gratuita.
La intención es extenderla paulatinamente a toda la población.
En los últimos años los lazos de hermandad entre los dos pueblos
latinoamericanos se han estrechado. "Afortunadamente nosotros hemos
aprovechado todo el intercambio de conocimientos en temas de
educación, salud y también en el energético", aseguró a Granma
el señor Severo Sousa, viceministro de Comercio Exterior de Panamá.
En la actual etapa trabajan a partir de un inventario de
aproximadamente seis millones de bombillos ahorradores, los que
sustituirán igual cantidad de focos incandescentes. La campaña
abarca la explicación a cada familia de cuánto puede economizar por
concepto de consumo energético.
Los especialistas calculan que con el ahorro energético
resultante de la Operación Bombillo, en aproximadamente seis u ocho
meses recuperarán la inversión realizada.
"Tenemos técnicos de aquí trabajando en Panamá, ayudándonos en la
organización de la logística", precisó el Viceministro.
En estos momentos, agregó, las relaciones de hermandad entre
nuestros pueblos "están en un momento pico". Cuba está desarrollando
importantes misiones en Panamá en los sectores de salud, educación y
deporte —entre ellas, la Operación Milagro y la formación de
médicos— y "nosotros estamos muy agradecidos por el apoyo que
recibimos".
Por segundo año consecutivo, Panamá participa con un pabellón
completo en la Feria Internacional de La Habana, cuya edición 26 se
estará desarrollando hasta el próximo sábado en Expocuba.
El intercambio comercial entre las dos naciones ha ido en
ascenso. En el 2007 Cuba exportó hacia Panamá cerca de 18 millones
de dólares; en lo que va de año la cifra aumentó a 49 millones. En
igual periodo importó del país istmeño algo más de 220 millones de
dólares; y se espera concluir 2008 con 280 millones.
Entre los principales renglones comerciales están: materiales de
construcción —minerales y cemento, fundamentalmente—, medicinas,
productos alimenticios, ropas y calzado.
Este mes Cuba y Panamá efectuarán la segunda ronda de
conversaciones en torno a un Acuerdo de Alcance Parcial. La
intención, informó el Viceministro, es incrementar la
comercialización de bienes e ir también a los temas de servicios,
como por ejemplo, transporte marítimo, logística, financieros,
seguros y turismo.
Ante la crisis alimentaria y financiera que enfrenta el mundo,
concluyó Sousa, la integración en la región ayudará a que esas
"grandes tempestades" no nos afecten tanto, apoyándonos en nuestros
pequeños mercados.