Por lo menos tres versiones rodean el hecho, que aconsejó a las autoridades dominicanas reforzar su dispositivo militar fronterizo en previsión de choques como los escenificados la semana pasada y que dejaron dos muertos y decenas de heridos.

El recuento del nuevo hecho señala que el militar dominicano, autor del disparo fatal, aduce que el haitiano se le abalanzó cuando trataba de cruzar la línea limítrofe por lo que se vio obligado a disparar.

Otra versión afirma que entre ambos hombres existía una cuenta pendiente que el haitiano rehusó honrar y, una tercera, que el disparo ocurrió durante el cambio de guardia en el perímetro del puesto aduanal.

Las autoridades han mantenido el silencio, pero testigos en el área dijeron que de inmediato se constató un reforzamiento de los puestos de guardia con miembros del Cuerpo de Seguridad Fronteriza.

De su parte, el cónsul haitiano en Dominicana, Jean Baptiste Bien Aimé, reclamó el cese de los atropellos contra sus compatriotas y pidió una intervención urgente de ambos gobiernos.

La semana pasada turbas de dominicanos encolerizados desataron una cacería humana contra los haitianos residentes en la localidad de Neyba (Oeste) después que un transportista fue muerto a machetazos por un haitiano que intentó asaltarlo.

Por lo menos tres emigrantes indocumentados haitianos murieron a golpes de garrote y pedradas en los incidentes, que se extendieron a la villa de Guayubín, donde un campesino septuagenario murió a manos de uno de sus empleados haitianos.

Residentes en la zona se lanzaron sobre zonas donde están asentados trabajadores manuales haitianos y quemaron dos decenas de sus chozas, según recuentos oficiales.