Numerosos barrios de la ciudad quedaron bajo más de 450 milímetros de agua, que con una altura de hasta dos metros dejó varado miles de vehículos hasta el amanecer de este sábado que, después de unas horas de calma, vio retornar la lluvia con creciente intensidad.

Según el Centro Hidrometeorológico nacional, las precipitaciones caídas desde la noche del jueves último han sido las más intensas en 35 años y aunque pronosticadas sobrepasaron los límites previstos. Las previsiones calculan que se prolongarán 72 horas más.

Hasta el momento, datos oficiales cifran en 20 los muertos o desaparecidos en las inundaciones, incluidos cuatro en Hanoi.

Según la agencia VNA, trabajadores de rescate buscan a un médico de la Clínica Nacional de Atletismo que se presume fue arrastrado por un canal el viernes pasado.

La mayoría de las principales calles capitalinas quedaron bajo agua y el céntrico lago Hoan Kiem, a la entrada del casco histórico, se desbordó para cruzar la avenida que le rodea y alcanzar el reloj que marca minuto a minuto el plazo restante para el milenio de esta ciudad.

Unos mil trabajadores de la empresa de drenaje laboraron hasta las 04:00 horas de esta jornada para aliviar la situación, mientras centenares de policías intentaban controlar la situación.

El servicio eléctrico fue interrumpido en varios distritos y los vuelos desviados del aeropuerto internacional Noi Bai.

Los torrenciales aguaceros bañaron también las altiplanicies norteñas de Phu To, Lao Cai, Yen Bai y Tuyen Quang, donde los deslaves bloquearon los caminos y cultivos y casas fueron sumergidos.

Los ríos siguen creciendo, el Boi ha subido 14,75 metros, y se dio alerta 3, mientras la amenaza de repentinas riadas se extiende a la totalidad de las seis provincias montañosas.