Compañero canciller de nuestra hermana República de Cuba, Felipe
Pérez Roque;
Hermanas y hermanos todos, aquí reunidos en esta tan importante
Trigésimo Tercera Sesión Plenaria de la Asamblea General:
Nuevamente la comunidad internacional, el mundo entero, los
representantes de ese nosotros, los pueblos, en cuyo nombre las
Naciones Unidas se creó, han manifestado su repudio al ilegal y
criminal bloqueo que se mantiene sobre la heroica y siempre
solidaria, Cuba.
Hemos escuchado también reiteradas manifestaciones de respeto y
aprecio para con nuestro hermano Fidel Castro y todo su noble
pueblo.
Como Presidente de la Asamblea General, a mí, entre otras cosas,
me corresponde en todo lugar y en todo momento defender el espíritu
y letra de nuestra Carta, consciente de que la causa de la paz nos
obliga a todos a respetar y a hacer respetar los principios y normas
de la Carta de las Naciones Unidas. Nada más violatorio al espíritu
y letra de esa Carta, que el bloqueo que Estados Unidos mantiene
sobre Cuba.
El bloqueo contra Cuba, tan justamente repudiado y condenado por
unanimidad, de la cual pudiéramos decir que solo se excluye el
agresor, debe ser terminado de una vez por todas.
En el contexto de los últimos acontecimientos en Cuba y los
estragos causados por el huracán Ike, que azotó la isla
inmediatamente después de Gustav, mantener ese bloqueo, además de
todo lo que ya se ha dicho sobre el tema, constituye una
manifestación de extrema crueldad.
Cuba merece todo nuestro respeto, nuestro amor y solidaridad.
Pido a Dios que nuestros queridos hermanos y hermanas, que se han
empeñado en mantener contra viento y marea ese criminal bloqueo
contra Cuba, encuentren dentro de sí la fuerza moral que requieren
para librarse de ese, su empecinamiento malsano, y puedan proceder
de inmediato a terminar ese bloqueo.
Para Fidel, incuestionable héroe de la solidaridad internacional,
y para todo el maravilloso pueblo cubano, nuestro respeto y
solidaridad inquebrantables.
Haremos todo lo posible e imposible para que no se siga burlando
la voluntad, tan abrumadoramente mayoritaria, manifestada en esta
Asamblea General de las Naciones Unidas.
¡Que viva Cuba! (Aplausos.)
Puedo considerar que la Asamblea General desea concluir su examen
del tema 19 del programa.
Se levanta la sesión.