Baracoa tendrá agua segura
JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN
Baracoa, ese paraíso de la geografía cubana de cuyas bellezas
naturales ningún visitante se ha podido sustraer, se privilegia
además con la mayor reserva acuífera en todo el Caribe insular.
Isder
Kelvis Domínguez (izquierda) y Enrique Moreira, dos jóvenes
baracoenses contratados por la brigada villaclareña, trabajan en la
soldadura de tubos por termofusión.
Tan valioso tesoro lo sustentan sus reservas de agua subterránea
y el hecho de estar rodeada por varios de los ríos más caudalosos de
Cuba, como el Toa, el Duaba y el Miel.
Pero la ciudad primada es, paradójicamente, y desde hace muchos
años, una región con graves problemas de abasto de agua.
El deterioro y la falta de potencialidad de sus tres pequeños
acueductos, más las frecuentes roturas de los equipos de bombeo,
provocan reiteradas fallas del servicio.
Buldózer
y retroexcavadora juntan sus fuerzas para despejar el camino de
enormes piedras.
Según estimados, solo por los salideros en conductoras y redes se
pierde más del 60 % del agua bombeada. Para hacer "justicia" con la
otrora villa, desde mayo último comenzó a ejecutarse la primera obra
financiada por el ALBA en Guantánamo: el acueducto por gravedad de
Baracoa.
MILLONARIA INVERSIÓN
Una agrupación de la Brigada de Hidrología de la Empresa
Constructora de Obras de Ingeniería número 25 (ECOING 25), de Villa
Clara, ejecuta la inversión, de casi cinco millones de pesos (de
ellos 1,6 en divisas), sin incluir la planta potabilizadora.
Más
de 16 kilómetros de tuberías para redes de distribución se han
instalado ya en Baracoa.
Colectivos de esa empresa han sido reconocidos en Guantánamo por
su destacada labor en la recuperación de viales serranos, y en los
actuales trabajos de reanudación constructiva del tramo de la
autopista Guantánamo-Santiago de Cuba.
Su aval de buenos constructores afianza la seguridad depositada
en ellos por los baracoenses para que en el plazo previsto (entre 18
y 22 meses) entreguen la importante obra hidráulica, la cual deberá
garantizar el agua permanentemente a la población.
El acueducto de Baracoa estará conformado por una conductora de
12 kilómetros con su obra de toma en el río Duaba, dos tanques
distribuidores, planta potabilizadora y las redes internas que ahora
se rehabilitan.
Idel Ruiz Díaz, jefe de la agrupación villaclareña, dijo a
Granma que a pesar de atrasos en el suministro de tubos,
afectaciones por lluvias y la rotura durante19 días de la máquina de
soldadura por termofusión, ya han soterrado 3 000 metros de
conductora y deben llegar a 5 000 al término de este año.
Inicialmente los constructores de la hermana provincia trabajaron
en la reparación del vial, por donde va la mayor parte del trazado
de la conductora y en la construcción de las tres alcantarillas que
lleva la obra.
Fogueado en la construcción de pedraplenes y de otras
instalaciones relevantes en Cuba, Idel indica que por factibilidad
en la ejecución del proyecto, la obra de toma se construirá un
kilómetro más abajo del sitio inicialmente previsto.
Con ello —precisa— dejan de moverse unos 90 000 m³ de roca, la
mayoría de los cuales, por la compleja topografía, caerían al cauce
del río, con el correspondiente daño a ese torrente.
Cuenta Ruiz Díaz que ante la imposibilidad de acceso de medios
automotores a la obra de toma, el proyecto inicial preveía alcanzar
ese punto mediante la apertura manual de una larga zanja, donde se
instalarían tubos de acero sostenidos con pilotes de concreto.
Nuestro colectivo —asegura el ejecutor— propuso abrir el retador
camino de aproximadamente un kilómetro, en medio de una empinada,
empedrada y peligrosa ladera. De los 200 metros que nos restan, solo
unos 50 son de alta dificultad por el volumen de roca y el peligro
del abismo.
La solución constructiva evita emplear en ese tramo los costosos
y deficitarios tubos de acero planificados en principio, y en su
lugar ubicar, como en el resto de la conductora, los de polietileno
de alta densidad (PAD).
Como para no dejar dudas respecto a la complejidad del vial a la
obra de toma, Idel ilustra con el hecho de que el buldózer operado
por Reynaldo Manzo estuvo atrapado durante una semana por un enorme
peñasco, que se deslizó por el costado izquierdo del equipo cuando
este habría camino.
Manzo y Rolando Sardiñas (el operador de la retroexcavadora),
corroboran las palabras de su compañero, quien los convoca a sumar
destreza y experiencia para con sus potentes medios mover una
gigantesca piedra que impide seguir avanzando.
REDES EN REHABILITACIÓN
Paralelamente a la construcción del acueducto se labora en la
rehabilitación de las redes hidráulicas por una brigada del propio
municipio baracoense, equipada con modernos medios.
Desde finales de abril en que comenzaron los trabajos se han
instalado 16,2 kilómetros de tuberías, beneficiándose 2 612
viviendas y alrededor de 10 000 pobladores de los repartos Joa y
Mabujabo, y del casco histórico de la ciudad, sitio donde
actualmente se labora.
Según el ingeniero Geolvis Constantén Pelegrín, jefe de la
agrupación, es digna de destacar la participación del pueblo en la
tarea, sobre todo en la excavación de zanjas con picos, palas y
otros medios, en sitios estrechos donde no puede operar la máquina
zanjeadora.
La ejecución del acueducto aporta la necesaria dosis de
optimismo, en la solución de la falta de agua de consumo en el lugar
de Cuba donde más abunda. |