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La opositora Alianza Popular por la Democracia (APD) rechazó el
diálogo para hallar una salida a la crisis en Tailandia y lanzó hoy
exigencias para tomar parte en la anunciada reforma de la
Constitución.
Una declaración de voceros de la PAD descartó cualquier tipo de
arreglo con figuras del gobierno y afirmó que de ser esa una
solución a la agitación política imperante hace tiempo la
extraparlamentaria Alianza hubiera recurrido a ello.
Sin embargo, según dijo horas después uno de sus líderes, el
general retirado Chamlong Srimuang, el bloque opositor que ocupa el
complejo gubernamental desde agosto último discutiría las enmiendas
a la carta magna promulgada por los militares en 2007 sólo con los
funcionarios responsables de ese proyecto.
Chamlong declaró a la prensa que la APD no negociará tampoco con
su adversario Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (FUDD),
afín a la coalición gobernante, ni con ningún otro grupo o políticos
ajenas al asunto de la ley fundamental.
Según el FUDD, se propone desalojar a los miles de opositores que
la alianza mantiene acantonados en las instalaciones del gobierno.
El general dirigente de la APD anunció a su vez que continuarán
las marchas de protesta antigubernamentales y que sus próximos
objetivos serán mañana la embajada inglesa y el centro de negocios
Silom Road.
Un clima de tensiones marca el acontecer tailandés desde que la
APD se lanzó a las calles en mayo anterior y ocupó después la casa
de gobierno, incluido el edificio de las oficinas del primer
ministro, a las que el titular del cargo, Somchai Wongsawat, nunca
ha podido entrar.
En los desórdenes que protagonizó a inicios de este mes al tratar
de impedir la inauguración de las sesiones del Parlamento, se
enfrentó a la policía cuando los agentes antimotines trataron de
dispersar a sus manifestantes, con un saldo fatal de dos muertes y
cientos de heridos.
Entretanto, las autoridades tai debieron trasladar la sede de la
próxima cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático,
programada para diciembre en Bangkok, que ya no puede acogerla
porque el conflicto prevaleciente lastra incluso las condiciones de
seguridad.