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La Asamblea General de la ONU votará hoy una resolución contra el
bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba, en lo que se
espera como una nueva jornada derechazo mundial a esa política de
Washington.
El proyecto de resolución titulado "Necesidad de poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados
Unidos de América contra Cuba" será presentado por el ministro cubano
de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque.
En la parte introductoria de ese documento, aparece destacada la
preocupación por la promulgación y aplicación por parte de Estados
Unidos de legislaciones y disposiciones reglamentarias de alcance
extraterritorial como la Ley Helms-Burton.
En la 16 votación de este proyecto en 2007, la demanda de cesar esa
política coercitiva estadounidense contra Cuba recibió un respaldo
casi unánime de la Asamblea General cuando 184 de sus 192 miembros
votaron a favor.
Estados Unidos estuvo secundado solo por Israel, Islas Marshall y
Palau en su oposición a ese proyecto de resolución, mientras que
Micronesia se abstuvo y Albania, El Salvador e Iraq estuvieron
ausentes.
Un portavoz oficial cubano indicó que "por decimoséptima ocasión,
la comunidad internacional tendrá la oportunidad de expresar
nuevamente su condena a la política genocida de bloqueo que el
gobierno estadounidense mantiene contra nuestro país".
La aplicación de esa política por casi 50 años contra Cuba
"constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico y
social del país y una flagrante violación de los derechos humanos de
todo el pueblo cubano", indicó.
Pero a pesar del reiterado rechazo de la Asamblea General al
bloqueo económico contra Cuba, Washington continúa la aplicación de
esa medida coercitiva de manera impune porque las decisiones de este
alto organismo de la ONU no son de obligatorio cumplimiento.
El proyecto de resolución expresa preocupación por el hecho que
después del rechazo al bloqueo a Cuba durante 16 años consecutivos,
las autoridades estadounidenses continúan promulgando y aplicando
nuevas medidas para reforzarlo.
En declaraciones a Prensa Latina sobre este tema, el presidente de
la Asamblea General, el diplomático nicaragüense Miguel d’Escoto, se
refirió a este hecho como un de los casos que explican la necesidad de
reforma requerida por la ONU.
"La idea de que la clara e inequívoca voz de la Asamblea General
debe ser tomada como una simple recomendación sin ninguna
obligatoriedad debe ser enterrada para siempre", expresó d’Escoto.
De todas formas, funcionarios diplomáticos cubanos insisten en que
su país "continuará exigiendo el levantamiento del bloqueo y no cejará
en su empeño hasta lograr su eliminación".