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Más allá de elegir a cientos de alcaldes y miles de concejales, los
comicios municipales de este domingo servirán para el rediseño del
último año del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Políticos oficialistas consideran el 2009 el más importante de
los cuatro años del mandato presidencial, etapa en que no sólo se
deben concretar los programas en marcha, sino, en lo posible,
asegurar la elección en diciembre de un quinto gobierno de la
Concertación.
De hecho, un grupo de ministros ya prepara un proyecto de agenda
política para el año venidero, que será sometido a la aprobación de
la mandataria chilena apenas regrese de un viaje a Costa Rica y El
Salvador la próxima semana.
Con ese proyecto y en base al análisis de los resultados
electorales del domingo, Bachelet iniciará una ronda de
conversaciones con sus ministros y colaboradores para reestructurar
su gabinete, el que deberá ejecutar los ejes centrales de su
administración.
Esas decisiones tienen tiempos definidos: la mandataria cumplirá
una visita oficial a Costa Rica el martes y miércoles y participará
en una Cumbre Iberoamericana en El Salvador el jueves, para regresar
a Santiago el viernes próximo.
A partir de su retorno, ministros, viceministros, intendentes y
gobernadores designados por Bachelet deberán decidir si renuncian a
sus cargos y optan por iniciar carreras parlamentarias, para lo cual
tienen como límite constitucional hasta el 13 de diciembre.
Entre ambas fechas, se anunciará el gabinete de la recta final,
pero ya circulan los nombres de al menos seis ministros que
renunciarían para postularse al Congreso: Marigen Hornkohl
(Agricultura), Paula Quintana (Planificación), Laura Albornoz
(Servicio Nacional de la Mujer), Osvaldo Andrade (Trabajo), Carlos
Maldonado (Justicia) y José Goñi (Defensa).
Fuentes de Gobierno reconocieron su vivo interés por los
resultados de las elecciones municipales como termómetro de las
generales del 2009, pero aseguraron que el venidero cambio
ministerial estaba previsto y no implica una crisis gubernamental,
como pretende la oposición de derecha.
Parlamentarios de la opositora Alianza aprovecharon -en plena
campaña electoral- el estallido de graves problemas en un hospital
de la norteña ciudad de Iquique, donde numerosas personas enfermas
de SIDA no habían sido notificadas de su mal y demanda la renuncia
de la ministra de Salud, Soledad Barría.
Aunque las autoridades, que investigaron el caso, ya comenzaron a
tomar medidas, la Alianza amenazó esta semana a Barría, considerada
muy cercana a la mandataria, con una acusación constitucional si no
renuncia, decisión que pesará a la hora de reajustar el último
gabinete ministerial de Bachelet y de enfrentar la elecciones del
2009.