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Funcionarios de la ONU expresaron hoy preocupación por la situación
creada en Kenya debido a severas inundaciones, que provocaron al
menos tres muertos, 16 desaparecidos y el desplazamiento de unas 14
mil personas.
Voceros de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de
Asuntos Humanitarios (OCHA) dijeron que solo en el distrito de
Mandera, en el noreste de esa nación africana, seis mil personas
tuvieron que abandonar sus hogares.
La furia de las crecidas ocasionó asimismo la contaminación de
las aguas, una situación que amenaza a los 150 mil residentes de
Mandera, y que preocupa a la ONU, que recabó ayuda para distribuir
tabletas para la purificación del preciado líquido.
La posibilidad del brote de epidemias es alertada por portavoces
de OCHA, quienes llamaron a la ayuda internacional para ofrecer
alimentos por un mes a los residentes de Mandera y del distrito de
Turkana, en el noreste keniano, donde otras siete mil 500 resultaron
afectadas.
Además de los alimentos, los damnificados necesitan de nuevas
letrinas, tiendas de campañas, mantas, mosquiteros y la reparación
del sistema de suministro de agua, agregaron las fuentes.