. — El presidente
estadounidense, George W. Bush, descartó cerrar la prisión ubicada
en la base naval de Guantánamo, advirtieron funcionarios
gubernamentales citados hoy por el diario The New York Times.
Según la fuente, el mandatario nunca tuvo en cuenta propuestas
del Pentágono y del Departamento de Estado relacionadas con
transferir hacia otras instalaciones a los confinados en la polémica
cárcel.
Luego de los pronunciamientos en junio último de la Corte Suprema
de este país, Bush se reunió con sus principales asesores para
analizar el futuro del centro de detenciones.
Entonces -precisaron los individuos cercanos a la actual
administración- prevaleció el criterio de quienes sugirieron a la
Casa Blanca mantener abierto los calabozos de la base de Guantánamo,
territorio ocupado por Estados Unidos contra la voluntad del
gobierno y pueblo cubanos.
Para esos expertos, clausurar la prisión implicaría demasiados
riesgos legales y políticos, criterio aceptado por Bush, a pesar de
las crecientes voces domésticas y extranjeras que exigen el fin de
una cárcel vinculada con la tortura y la inconstitucionalidad.
Las críticas aumentaron con el comienzo de los juicios militares
contra supuestos terroristas allí encerrados, procesos impulsados
por el presidente y cuestionados con severidad por juristas, incluso
del Pentágono.
Abogados y grupos defensores de los derechos humanos y las
libertades civiles califican dichas cortes castrenses de
ilegalidades con un final predeterminado, la condena de los
acusados, a quienes Bush llama combatientes enemigos como recurso
para justificar el confinamiento.
De acuerdo con los funcionarios citados por el Times, la
pretensión de la Oficina Oval es prolongar el servicio de la prisión
de Guantánamo más allá del mandato del gobernante, el cual concluye
en enero de 2009.
En la referida cárcel permanecen unos 250 detenidos, a pesar de
la decisión de la Corte Suprema norteamericana, que hace cuatro
meses acordó el derecho de esos individuos al Habeas Corpus, figura
legal contra el arresto arbitrario y sin amparo jurídico.