El yogurt y los cárnicos —hamburguesas, butifarras y morcillas,
entre otros— podrán adquirirse en todo el país a través de los
mercados diferenciados, y a precios módicos en moneda nacional,
explicó el doctor Jesús Yánez Querejeta, especialista del Instituto
de Investigaciones para la Industria Alimenticia (IIIA), durante una
presentación ayer en la jornada clausura de la XI Conferencia
Internacional sobre Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que
reunió en La Habana a más de 400 delegados de 17 países.
Esta plan estatal incluye la comercialización, en estos
establecimientos, de leche saborizada (con soya), refrescos
vitaminados y paquetes de pastas, complementados con bolsas de
picadillo y queso de soya para su preparación conjunta, según
destacó Yánez, moderador de una mesa redonda relacionada con la
seguridad alimentaria.
Diferentes investigadores nacionales expusieron, en este espacio
académico, las experiencias cubanas en el uso de derivados de la
soya como sustituto de alimentos base y producto de alta calidad
nutricional, bajos costos de producción y una incidencia positiva en
la salud, pues su consumo ha sido asociado en Estados Unidos y
Europa con la prevención y tratamiento de enfermedades coronarias,
renales y óseas, según el doctor Ovidio Ortega, del IIIA.
Todas las líneas cubanas de la industria del yogurt de soya, que
antes producían 4 000 litros por hora, actualmente han duplicado su
rendimiento, trascendió en el taller. En la Isla de la Juventud, por
ejemplo, se emplazó hace pocos meses una línea para la obtención de
8 000 litros de leche de soya (100%), en sustitución de la leche en
polvo transportada anteriormente desde Bayamo.
Este año, de una planificación de 200 000 toneladas de yogurt de
soya, el cumplimiento marchaba hasta septiembre al 95%, lo cual
posibilita paliar con este producto las secuelas de los huracanes en
materia alimenticia. Para ello se trabaja, a su vez, en el
incremento del espectro de sabores, y en la extensión de los
volúmenes productivos del helado, los quesos y los untables de soya,
de gran aceptación pero aún insuficientes cuantitativamente.
En la actualidad se realizan estudios de inversión para instalar
en Camagüey una moderna planta de secado de leche de vaca y de soya,
para aprovechar las propiedades nutricionales y funcionales de esta
última, pues cuando se combinan adecuadamente la proteína animal y
la vegetal aumenta la absorción de la proteína vegetal en el
metabolismo.