Verla feliz es lo que pretendíamos y lo logramos, dijo emocionado 
			el mago Adonay, de la carpa Fantasía de CIRCUBA, cuando actuó de 
			forma exclusiva para la niña Yannalia Castillo Cabrera.
			La niña de cuatro años reside en una comunidad rural de la Isla 
			de la Juventud hasta donde llegó parte del elenco artístico de la 
			carpa Fantasía de CIRCUBA, que durante un mes se presenta en este 
			municipio a propósito del proceso de recuperación en el territorio 
			después de Gustav.
			Le traje un acto bien preparado para que ella se divirtiera y 
			pude apreciar que solamente con nuestra presencia se emocionó mucho, 
			dijo mientras miró de soslayo a la pequeña aquejada de Ictiosis, una 
			enfermedad genética, reconocida por la resequedad en la piel y en el 
			lagrimar.
			Cerca de una vaquería del poblado Ciro Redondo se encuentra la 
			casa de Yannalia, quien rió entusiasmada mientras disfrutaba del 
			espectáculo, en el cual intervinieron además seis jóvenes acróbatas 
			del grupo Los Kemer, todos recién egresados de la Escuela Nacional 
			de Circo.
			No podíamos dejar de venir cuando nos enteramos del caso de la 
			pequeña, porque en otras provincias hemos visitado niños con 
			enfermedades raras, apuntó el artista circense en nombre de sus 
			colegas, que por estos días se presentan en diferentes escenarios 
			del territorio.
			Yuneiki y Rigoberto, padres de la niña, agradecieron el gesto que 
			iluminó el rostro.de la niña, quien duerme con los ojos abiertos, 
			sus lágrimas son artificiales y se aplica cloranfenicol en los ojos 
			para evitar cualquier tipo de bacteria, tampoco suda, cuando hace 
			calor la piel se enrojece y afiebra por lo que se baña a menudo.
			Al llegar se me aguaron los ojos... Es muy triste ver estos 
			casos... expresó conmovido Adonay, quien con su magia tornó el 
			escenario habitual de la pequeña en la panacea de la fantasía al 
			saborear la sonrisa de Yannalia.
			Álido Díaz Lorenzo, coordinador de la carpa, fue quien 
			proporcionó esta dicha a la niña que iluminó sus ojos verdes, ahora 
			más expresivos cuando los acróbatas desafiaron el peligro o el mago 
			Adonay desaparecía entre las manos una moneda.