A pocas horas del Día de la cultura cubana y con diversidad de 
			opciones para celebrar la fecha, fue llamativo que un nutrido grupo 
			de artistas, especialistas y promotores se detuviera para apreciar 
			la exposición Nuevas especies.
			La Galería Galiano, en la capital, acogió esa muestra de la joven 
			pintora Aziyadé Ruiz, cultora del abstraccionismo y de la naturaleza 
			y en especial su vegetación, en una colección de más de una decena 
			de obras de gran formato, en su mayoría óleos sobre tela, que 
			sobresalen por el color, la combinación de formas y el culto a la 
			vida.
			Graduada del Instituto Superior de Arte, la artista se mueve con 
			total dominio en el campo de las abstracción, y ello se evidencia en 
			el acabado de sus piezas, en las que está presente el agua como 
			fuente universal de vida y se pueden reconocer tallos, follajes y 
			troncos en un mensaje de esperanza.
			En su obra no hay divorcios sino evolución, capítulos abiertos y 
			comunicantes, expresa en el catálogo de la muestra el periodista y 
			crítico Israel Castellanos.
			Ciertamente la singularidad y la motivación dialógica distinguen 
			este agradecido encuentro con las creaciones de la artista, inscrita 
			ya en el fuerte movimiento pictórico de la vanguardia cubana.
			Con esta exposición, Aziyadé Ruiz culmina un intenso año de 
			creación en las que concluyó una  exhibición bajo el título La 
			levedad de lo eterno, en el Museo de Arte, de Zagreb, en Croacia, y 
			junto al artista Agustín Bejarano, en Santiago de Cuba.
			Ha desarrollado unas 50 exposiciones personales y colectivas, en 
			Cuba y naciones de América Latina, el Caribe y Europa.
			Nuevas especies se mantendrá abierta al público hasta finales de 
			noviembre.