Alcohol y timón: o el falso mito del equilibrio

Leticia Martínez Hernández

Con unas copas de ron manejo mejor¼ Estas pocas líneas de alcohol no me harán daño¼ Esta es la última cerveza¼ Eso de tomar y no manejar es para ineptos¼ Así responden muchos cuando de equilibrar el timón y el alcohol se trata; sobre todo porque un sinnúmero de cubanos no concibe el disfrute sin empinar el codo con la "compañera de juergas". Sin embargo algunos argumentos y cifras bastarían para desmontar cada mito que rodea el alcohol.

Doctora Odalys Gobín, del Instituto de Medicina Legal.

Según revela el libro Vía a la Vida, una oportunidad para reflexionar aproximadamente la mitad de los fallecimientos por accidentes de tránsito, homicidios, violaciones y actos de violencia en el hogar se producen a consecuencias del alcohol. Cada año en nuestro país, más del 40% de los conductores y alrededor del 25% de los peatones que mueren en accidentes en la vía habían ingerido bebidas alcohólicas.

Para la médico forense Odalys Gobín, del Instituto de Medicina Legal, la mayor y más peligrosa secuela del nocivo hábito se manifiesta en la conducta. A ella recurrimos entonces para conversar del peligro mito de conducir bajo los efectos del alcohol.

¿Cómo actúa el alcohol en el organismo?

Una vez que el alcohol entra en el cuerpo empieza rápidamente la absorción. Por eso a los 60 minutos aparecen los síntomas iniciales. Su acción es sobre el sistema nervioso central, que rige todas las funciones del organismo. El efecto en el cerebro comienza desde las capas superiores y se va profundizando en la medida que aumenta la ingestión hasta llegar a los centros nerviosos. De ahí que el estadio final de la intoxicación sea el coma.

¿Cómo daña el alcohol la capacidad para conducir?

Los perjuicios más severos se producen sobre la conducta, la experiencia indica que la ingestión de alcohol está muy vinculada con la violación de todo lo establecido. El alcohol provoca una sobrevaloración de la persona, esto lo hace ser más audaz y por tanto más peligroso. Aunque manejar parece una tarea automática, supone un esfuerzo de coordinación importante y el alcohol disminuye la capacidad para hacerlo. Altera la percepción visual, el tiempo de reacción, la coordinación del sistema dinamo locomotor, el equilibrio¼ Ante una situación extrema no tiene la agilidad para imbricar la acción y la reacción. Son peligrosos también los daños al nervio óptico, confunde los colores del semáforo, deja de percibir el cambio de luz, disminuye la capacidad de seguir objetos y la recuperación de la visión después de la exposición al alumbramiento, se pierde el sentido de la distancia y los objetos se distorsionan.

¿Los efectos son iguales para todos los que beben?

Nadie está exento de las consecuencias del alcohol. Todo el que lo ingiere va a sufrir las consecuencias de una intoxicación alcohólica aguda. Aunque es cierto que existen condiciones que retardan las secuelas como el grado de habituación a la bebida, la vacuidad gástrica (estómago vacío) y la salud del estómago. Hay un falso mito de que una sola copa no hace nada; pero tomarse una cerveza en ayuna puede hacer mucho daño. También se presume erróneamente que el alcohol es un estimulante, pero al contrario actúa como un depresor del sistema nervioso.

¿En qué consiste el examen físico para detectar la ingestión de bebidas alcohólicas?

El examen para certificar o no la ingestión de bebidas alcohólicas lo hace el médico general integral básico. Entre las pruebas a realizar están las de control dinámico, de la visión y del aliento etílico. La demostración de cifras de alcohol en el organismo la hacemos sobre la base de un análisis toxicológico a la sangre del conductor. Esta prueba es voluntaria, con ella se constituye un peritaje químico toxicológico con todas las formalidades que establece el Código Penal y el de Vialidad y Tránsito.

 

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