Mentores debutantes en la XLVIII Serie Nacional

Soñar no es un pecado

VENTURA DE JESÚS

Por un motivo o por otro, ante la cercanía de la Serie Nacional, entre los temas del béisbol se habla del posible director del equipo. Se rastrean nombres de peloteros conocidos y de versados en la materia. La mayoría desea un piloto curado de espantos, para no tener que escuchar al final el mismo argumento recurrente que por lo general justifica las malas actuaciones.

Algo así cobra mayor alcance en un lugar donde la gente pide a gritos un cambio en el panorama beisbolero.

En Matanzas esta vez el elegido resultó Wilfredo Menéndez, un ex atleta de 43 años de edad, natural de San José de Marcos, en Jagüey Grande, que durante los dos últimos años trabajó con el conjunto yumurino en calidad de preparador. No fue lo que se dice un pelotero distinguido, aunque asume que entre sus virtudes más notorias como director aparece la tenacidad para inculcar convicción en sus pupilos.

Los más exigentes manifiestan que, en comparación con lo que fue en otro tiempo, el equipo de pelota de esta provincia sigue siendo un fantasma de sí mismo. Para ellos, ni siquiera los 34 juegos ganados en la pasada temporada, ocho más que en la precedente, borran los malos recuerdos.

Pero otra cosa muy distinta piensa el flamante timonel Wilfredo Menéndez, quien agradece la confianza depositada en él y asegura que dirigirá con la aprobación de los directivos del deporte en la provincia, el apoyo del colectivo técnico (con José Elosegui, un industrialista trajeado de rojo) e ilusionado con la esperanza de clasificar a toda costa.

¿No es acaso un sueño demasiado grande incluirse en la postemporada?

"No pocos amigos han criticado mis aspiraciones de clasificar por primera vez después de muchos años, y me han preguntado si yo estoy loco. Sé que es una meta difícil, ambiciosa, pero ya es hora de luchar por estar entre los ocho grandes y no solo por ganar 3 o 4 partidos más. Los muchachos están persuadidos de que debemos salir al terreno con ese propósito, que el pueblo de la provincia se merece un alegrón así. Queremos una selección competitiva, merecedora de la historia de la pelota en este terruño."

Pero ese mismo conjunto ha ocupado reiteradamente los últimos puestos en la tabla de posiciones, sin poder disimular deficiencias primarias. ¿Se vislumbra algún cambio sustancial?

"Este no es un elenco inferior a los demás, lo que le falta es ganar en confianza, que ellos se sientan igual o superiores al resto de los peloteros. Pienso que se trata de un problema de autoestima, pero nuestros atletas no tienen un bajo nivel. Eso sí, deben despabilarse y desempeñarse con alegría, sin presión, disfrutar del juego. Y en eso el cuerpo de dirección tiene una alta cuota de responsabilidad.

"Repasamos todo otra vez desde el principio para eliminar deficiencias de campañas anteriores y perfeccionar aspectos técnico-tácticos. Estamos concentrados desde el mes de junio con la intención, además, de elevar la capacidad física de los atletas y mejorar detalles muy específicos. Nos auxilian expertos de la Universidad de Matanzas para corregir las imperfecciones detectadas."

¿Alguna buena noticia en el área de los lanzadores?

"Los tiradores se ven bien, con buena velocidad. En la preparación, con Elosegui a la cabeza, insistimos en que lo esencial es dominar los lanzamientos en la zona, que el mejor repertorio es saber tirar strike. Por supuesto, hacemos hincapié en la concentración."

¿En cuáles brazos descansará el equipo?

"Nos beneficiará mucho que Yoannis Negrín repita la actuación de la Serie anterior, esperamos por la recuperación definitiva de Yussef Pagés y mejores resultados de Yosvany Fonseca, Alberto Martínez, Yasmani Arias."

¿Quiénes secundarán la responsabilidad ofensiva de Yoandi Garlobo y Yadil Mujica?

"Hay jóvenes que deben superar sus propios rendimientos, como Ariel Sánchez, Yaimel Alberro y José M. Fernández, sin descartar a Yasser Pérez. Ahí debe estar centrada una ofensiva que persigue explotar más la velocidad en las bases y el juego agresivo, durante las nueve entradas."

¿Y si al final los muchachos no soportan la presión y se tronchan los sueños?

"Estaremos preparados para hacerlo de la mejor manera posible, sin preocuparnos mucho en metas y cifras, con la mente puesta en la clasificación. Estoy seguro de que cada hombre dará lo mejor de sí y los aficionados sabrán apreciarlo. No confiamos en los milagros sino en nuestra fuerza. Eso es lo que anticipamos.

 

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