LA HABANA, 17 de octubre.— Protagonistas célebres del humorismo
gráfico cubano y nuevos personajes e historias conviven en la más
reciente retrospectiva del artista René de la Nuez, inaugurada hoy,
en el Museo Nacional de Bellas Artes, de esta capital.
Nuez: la memoria dibujada, como se titula la muestra, exhibe
desde los famosos Loquito, Mogollón y Los Barbudos, imágenes que
hicieron de René uno de los más certeros críticos de la Neocolonia y
excepcional cronista de la Revolución, hasta la serie La pícara
Habana, un gracioso retrato de la vida citadina actual.
En la inauguración, presidida por Abel Prieto, ministro de
Cultura y Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba, Roberto Cobas, curador de la exposición resaltó la
obra de carácter político y el dibujo costumbrista como los aspectos
más distintivos en el trabajo de René.
Con respecto a La pícara Habana, serie compuesta por cinco piezas
de gran formato, el especialista dijo que es un conjunto de
graciosísimas estampas referidas al diario vivir del cubano de hoy
mismo y que muestra el interés de su autor por lo vernáculo, raíz y
fruto de su trabajo artístico.
El valor de la entrega que propone Bellas Artes está
fundamentado, además, por poner a consideración del público
numerosas obras originales creadas en las décadas del 50 y 60, como
algunas de las primeras apariciones del Loquito y cuatro caricaturas
de Los Barbudos de 1963.
Sobresalen también por su ingenio e ironía, cualidades que ha
mantenido por décadas el humorismo de René, 10 piezas de la serie La
piedra en el camino de 1981 y Almendrones de Nuez, de 2008.
René de la Nuez, Premio Nacional de Artes Plásticas 2007, autor
de más de 100 000 dibujos publicados y el humorista gráfico cubano
que más libros ha escrito, continua apuntando, con esta muestra,
hacia aspectos claves de la realidad cubana e internacional.