Actualizado 1:45 p.m. hora local

Bloqueo de EE.UU. afectó fuertemente a sector
alimentario cubano

JAVIER RODRIGUEZ ROQUE

El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos provocó afectaciones al sector alimentario cubano por 174 millones de dólares desde julio del 2007 al primer semestre del 2008.

De acuerdo con datos oficiales, la acción punitiva norteamericana tuvo en ese espacio de tiempo un impacto negativo en la producción de alimentos para el consumo de la población y se une al incesante aumento de los precios internacionales.

El informe sobre el bloqueo presentado por la Isla ante la Organización de Naciones Unidas recalcó que el país se vio precisado a incurrir en gastos extraordinarios debido a las fuertes restricciones impuestas por Washington.

Aunque existieron determinadas importaciones de alimentos desde Estados Unidos ellas se vieron restringidas por la inseguridad pues están sujetas a regulaciones destinadas a entorpecer el otorgamiento de licencias y el transporte de las compras realizadas.

Esto hizo que, por ejemplo, Cuba se viera obligada a inmovilizar fondos en espera de las autorizaciones señaladas para la recepción de las mercancías, con perjuicios calculados en más de 30 millones de dólares.

Para obstaculizar más las operaciones, el gobierno del presidente George W. Bush decretó una inspección adicional a los buques que transportan los alimentos, los cuales, por orden de Washington, no pueden ser cubanos en caso alguno.

Esa última disposición causa lógicos problemas a las navieras contratadas y, por supuesto, sirve como un elemento para tratar de lograr en definitiva su negativa a negocio tan complicado.

Uno de los daños causados por el asedio estadounidense es la prohibición a autorizar la adquisición por la isla antillana de naves con control de temperatura y equipamiento apropiado para la producción de carne de pollo destinada al consumo del pueblo.

Además de causar perjuicios por 35,3 millones de dólares se entorpece el empleo de más de cuatro mil trabajadores del sector y se afecta el suministro de proteínas a la ciudadanía.

También el sector agropecuario confrontó la imposibilidad de adquirir en Estados Unidos semillas de alto rendimiento para las siembras de papa y debió importarlas de mercados más lejanos, lo cual significó un gasto adicional de 177 mil 844,65 dólares.

Empresas cubanas o de capital mixto fueron golpeadas por la cancelación de suministros o incremento de precios por parte de quienes les entregaban materias primas y trataron de evitar sanciones norteamericanas por sus negocios con La Habana.

El informe a la ONU citó a la empresa Maquimport obligada a usas intermediarios para adquirir equipamiento con el objetivo de mejorar tecnológicamente la industria arrocera, lo cual tuvo un costo adicional de 75 mil 600 dólares.

Por otra parte, CORACAN, un emprendimiento mixto cubano-canadiense dedicado a la producción y comercialización de alimentos de preparación instantánea, debió cancelar embarques de importación de azúcar por las mismas razones.

La falta de suministros y la paralización de esa industria por un espacio de tiempo y las restantes afectaciones significaron pérdidas para ella por 11 mil 500 dólares.

En definitiva, los ejemplos señalados revelan el fondo de toda una estrategia para reforzar el bloqueo a pesar de su rechazo durante 16 años consecutivos por la Asamblea general de la ONU. (PL)

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir