Por los huracanes

Mermadas las producciones de materiales de la construcción

Avanza progresivamente la recuperación. Las situaciones más críticas en la Isla de la Juventud y Pinar del Río

María Julia Mayoral
ma.julia@granma.cip.cu

Importantes centros de la industria de materiales de la construcción, ubicados fundamentalmente en Pinar del Río, Holguín, Las Tunas, Camagüey e Isla de la Juventud, producen hoy por debajo de sus ritmos habituales o continúan paralizados debido a los daños que causaron los recientes huracanes.

Foto: Raúl LópezHoy, importantes canteras no pueden exhibir esta imagen. Están paralizadas por roturas o inundaciones provocadas por los huracanes.

Visto de manera global, el principal daño directo a las instalaciones estuvo en las cubiertas —se necesitarán más de 130 000 tejas para reponer las averías—, pero también hay perjuicios por roturas de equipos, inundaciones en yacimientos que impiden extraer materias primas para su procesamiento en las canteras, y debido a la falta de suministro eléctrico, confirmó a Granma Rafael Soler Deschapell, viceministro de la Construcción (MICONS).

Gracias al tesón de los colectivos, la ausencia de cubiertas no imposibilita hoy reanudar muchas faenas. Con las tejas recibidas —apenas unas 10 000 porque la prioridad son las familias damnificadas—, y los elementos recuperados por los propios trabajadores, se están techando áreas fundamentales para restablecer las líneas. Además, donde ha sido posible aumentaron los turnos de trabajo para acelerar las producciones, pondera Deschapell.

Prácticamente todos los centros de la Isla de la Juventud sufrieron severos daños: la cantera, la planta de bloques y mosaicos, los combinados de cerámica y mármol y la fábrica de caolín. La situación allí, evalúa el Viceministro, sigue siendo difícil, aunque ya algunas unidades tienen posibilidades de producir y otras como la planta de cerámica realizan pruebas de arrancada.

En el territorio pinero lo más preocupante es la fábrica de caolín: continúa parada por falta de electricidad, y esa materia prima constituye un ingrediente fundamental en la fabricación de muebles sanitarios y de refractarios para la Industria Sideromecánica.

En estos momentos, informa, está en análisis la posibilidad técnica de reactivar ese centro con grupos electrógenos; pues la línea eléctrica fue derribada por el Gustav.

Entre los estragos ocurridos en Pinar del Río, se destacan las roturas en las canteras de San Cristóbal y Consolación del Sur, las que por sus capacidades califican como importantes suministradoras de áridos para el occidente del país. En la primera de esas instalaciones ya funciona uno de sus dos molinos mediante grupos electrógenos y durante la próxima semana debe incorporarse el segundo, precisa Deschapell.

También, agrega, para la cantera Reinaldo Mora, de Consolación, habrá que buscar una solución energética similar, y el acondicionamiento interno del centro requiere todavía varios días.

Según distingue, en la zona pinareña queda una instalación muy dañada: el combinado de lozas de azotea, cuyas máquinas pueden hacer otros elementos de barro y que en condiciones adversas, como las provocadas por los huracanes, suele emplearse además en la confección de bloques aligerados.

Dicha planta continúa fuera de servicio porque se rompieron canales de drenaje, vagonetas empleadas en los hornos y techos —unas 7 800 tejas perdidas—. El restablecimiento llevará meses de arduo trabajo, por lo tanto no debe reincorporarse en lo que resta de año, advierte el representante del MICONS.

Las actuales interrupciones en la industria de materiales de la construcción, precisa, no solo obedecen a los efectos de Gustav y Ike. Canteras como las de Isabel Rubio, en Guane, la de Alacranes, en Matanzas, la de Cacao, en Granma —una de las tres más importantes del país— están hoy paralizadas a causa de las inundaciones agravadas por las lluvias de los últimos días.

En el caso de Holguín, prácticamente todos los centros fueron restablecidos y está en proceso de arranque la producción de azulejos. Solo quedan las afectaciones en la cantera de Gibara. Una consideración semejante puede emitirse acerca de la situación en la provincia de Granma, donde está inactiva únicamente la cantera que sigue inundada, indicó el Viceministro.

Sobre Las Tunas, precisó, también se han ido restableciendo progresivamente las producciones, aunque continúa sin funcionar la fábrica de mosaicos de Puerto Padre por la carencia de servicio eléctrico.

Pese a los contratiempos —la industria llegó a estar paralizada en todo el país durante unos 10 días—, la mayoría de los renglones empiezan a salir adelante. Las situaciones más complejas por resolver se van restringiendo a la Isla de la Juventud y Pinar del Río, asevera Deschapell, quien subraya la importancia del doble turno creado en muchos lugares como prueba también del empeño de los trabajadores.

 

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