.— Representantes de la RPDC y
Surcorea sostuvieron hoy conversaciones en la zona desmilitarizada
de Panmunjon, ocasión en que la parte norcoreana denunció actos de
propaganda en su contra por la otra.
En el encuentro, la delegación de Pyongyang acusó a Seúl de
persistir en el lanzamiento de volantes hacia áreas de su
territorio, las cuales violan un acuerdo militar, según reportó la
agencia de noticias KCNA.
Esta campaña tiende a agravarse, dijo la parte denunciante, que
la consideró un acto de guerra psicológica.
De acuerdo con la fuente, esas provocaciones deterioran aún más
las tensas relaciones bilaterales, con el peligro de que pueden
provocar nuevos enfrentamientos militares.
Ante esta situación, la República Popular Democrática de Corea (RPDC)
llamó a las autoridades surcoreanas a poner fin a tales actos y
sancionar a los responsables de ello en correspondencia con el
referido acuerdo.
La representación de la RPDC advirtió que de continuar, esas
acciones afectarán los proyectos de cooperación en la zona
Industrial de Kaesong, entre otras consecuencias.
La parte sur trató de evadir su responsabilidad y recurrió a
términos como "situación interna" y "características de su sistema",
pero al final no tuvo otra opción que aceptar un análisis de la
situación, de acuerdo con la citada fuente.
La misión de Pyongyang estuvo presidida por el coronel Pak Rim-su
y la surcoreana por Lee Sang-cheol, con igual grado al de su
interlocutor.
El encuentro duró unos 90 minutos y constituyó la primera vez que
las partes se sientan a una mesa de diálogo para abordar temas
militares en los últimos ocho meses.