De acuerdo con la agencia oficial IRNA, el representante permanente de Teherán ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, retiró la candidatura a un asiento en la mesa directiva de esa instancia para respaldar a su aliado regional, a pesar de las objeciones de potencias occidentales.

El país persa, que mantiene un contencioso con Occidente por su programa pacífico de enriquecimiento de uranio, y Siria, objeto de inspecciones selectivas impulsadas por Washington, rechazan las acusaciones de que realizan actividades nucleares clandestinas.

Ambas naciones competían por el asiento correspondiente al Medio Oriente y el Sur de Asia en el más alto mecanismo de toma de decisiones del OIEA, integrado por 35 miembros por un período anual y que Estados Unidos presionó para que lo ocupara su aliado Afganistán.

Si el grupo regional no logra consenso en un único candidato, pese a que Damasco cuenta con el apoyo de la Liga Árabe, la conferencia general anual que sesiona en Viena celebrará una votación a finales de esta semana, indicó una nota difundida en Internet.

Entretanto, Irán ratificó que continuará la cooperación con el ente rector de la energía atómica, pero consideró importante que la institución no tome ninguna acción más allá de su carta constitutiva y del acuerdo de salvaguardas.

Soltanieh denunció que los representantes estadounidenses tratan de imponer obligaciones a la agencia más allá de sus estatutos, pese a que el OIEA es una institución especializada.

No permitiremos la adopción de medidas ni en las áreas de inspección y control ni en otros campos, subrayó el embajador persa.