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La policía de Israel practicó hoy el octavo interrogatorio al primer
ministro saliente, Ehud Olmert, por presuntos actos de corrupción,
mientras su posible sucesora, Tzipi Livni, mantiene intensas
negociaciones para formar un nuevo ejecutivo.
El portavoz de la policía, Micky Rosenfeld, señaló que agentes de
la sección de delitos de corrupción acudieron a la residencia
oficial del dimitente jefe de gobierno en Jerusalén para ampliar las
pesquisas sobre el supuesto cobro de millonarias sumas.
Olmert, quien el 21 de septiembre presentó su renuncia formal al
presidente israelí, Shimon Peres, es investigado desde mayo por
actos de latrocinio que se supone cometió en contubernio con un
empresario judío-estadounidense cuando ocupó otros cargos públicos.
El aún primer ministro fue alcalde de Jerusalén y jefe de la
cartera de Comercio, antes de asumir el puesto en 2006.
A raíz de las indagatorias anteriores, la policía recomendó
instruir de cargos al mandatario de 63 años por el caso en el que se
le imputa haber recibido de forma ilegal dinero del financista
norteamericano y efectuar cobros excesivos por viajes al exterior.
El escándalo forzó a Olmert a dimitir, pero se mantiene en el
puesto interinamente mientras la actual canciller, Tzipi Livni,
negocia la formación de un nuevo gabinete de coalición, tras ganar
las primarias del partido Kadima.
Un día después de reunirse con el líder del partido Laborista y
ministro de Defensa, Ehud Barak, Livni continuaba este jueves su
empeño por armar un ejecutivo en conversaciones con representantes
del partido ultraortodoxo Shass.
La titular de Exteriores y su esposo cenaron la noche del
miércoles con Barak y su cónyuge para afianzar el compromiso de este
último de mantenerse dentro de la coalición gubernamental, pero
ninguna de las partes reportó progresos en las actuales pláticas.
Hay buena atmósfera, pero nuestras solicitudes no han sido
respondidas, comentó un portavoz de Barak, aunque otras fuentes
aseguraron que los laboristas están dispuestos a mostrar
flexibilidad respecto al pedido de ampliación de la partida
presupuestaria.
Mientras este jueves prosiguieron los contactos Kadima-Laborista,
Livni buscó persuadir al partido Shass, que tiene 12 escaños en el
parlamento, y a la vez dialogó con su rival en las internas, Shaul
Mofaz, aunque éste sigue decidido a apartarse de la política.