En la mañana de este miércoles, el juez Federal de Distrito, Aland
S. Gold, dictó un fallo judicial estableciendo que no puede ponerse
en vigor una Ley del estado de Florida que establece un
requerimiento según el cual las Agencias de Viajes a Cuba estarían
obligadas a depositar una fianza de 250 000 dólares, para poder
operar sus negocios.
La arbitraria y controversial legislación es de la autoría del
impopular representante estatal floridano por el Partido
Republicano, David Rivera, un personajillo de poca monta que, como
otros de su misma mala calaña, mantiene su prominencia política en
Miami gracias a un irracional extremismo demagógico de derecha que
solo se explica por su aberrante odio al pueblo cubano.
Vale señalar que los congresistas cubano-americanos del sur de
Florida, Ileana Ros y los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart,
republicanos los tres, fueron los primeros en darle su apoyo más
solidario al representante Rivera, aun a conciencia de que tal
legislación afectaría el sagrado derecho que tienen los cubanos
residentes en Estados Unidos de viajar a Cuba a visitar a sus seres
más queridos.
Un juez norteamericano ha dictado un justo fallo. La Ley del
estado de Florida del representante David Rivera ha sido suspendida
en su ejecución, gracias a una sentencia federal, pues viola el
mandato constitucional que establece que es de exclusiva
responsabilidad del gobierno federal dirigir la política exterior de
los EE.UU. y de nadie más. Se hizo justicia. Ahora a Rivera y
comparsa les queda un derecho. El derecho del pataleo y nada más.
(Max Lesnik. Tomado de Radio Miami)