Obreros del único módulo de casas de cultivos protegidos de la
provincia cubana de Las Tunas, laboran en su restauración, luego de
las severas afectaciones que sufrió durante el paso del huracán Ike.
El ingeniero Adel Parra, jefe de la entidad, dijo a la AIN que ya
se concluyó la colocación de las mallas protectoras laterales de las
30 casas que componen este complejo productivo, y se trabaja para
terminar en esta semana el techado de todas las naves.
Precisó que se labora, además, en la preparación de la tierra y
la siembra de las 12 casas en las cuales el meteoro afectó en su
totalidad los cultivos de tomate, pimiento y pepino en ellas
plantadas.
Ello ocasionó pérdidas calculadas en más de 50 toneladas de esas
tres hortalizas prioritarias, a las cuales se sumaron más de 15
toneladas de otros vegetales sembrados en una hectárea de cultivos
semiprotegidos que también posee el módulo.
Entre las ventajas del método de plantaciones protegidas figuran
el empleo del riego localizado y una malla que resguarda a los
sembrados de los efectos directos del sol, la lluvia y el ataque de
las plagas.
El uso de un sustrato enriquecido con humus de lombriz, cachaza y
otros abonos orgánicos, y el control biológico y químico de las
enfermedades de los cultivos, también son adelantos utilizados en
esta técnica agrícola.
Esta unidad, ubicada en el municipio de Puerto Padre, a unos 700
kilómetros al Este de La Habana, fue inaugurada en agosto de 2006, y
ya al año siguiente superó su programa, al cosechar 294 toneladas de
hortalizas de alta calidad.
Pese a las afectaciones de Ike, el colectivo laborará en lo que
resta de 2008 para aproximarse lo más posible a las 320 toneladas
que tiene como plan anual este complejo, cuyas producciones se
destinan en lo fundamental al turismo, hospitales, hogares maternos
y otros centros sociales prioritarios.