En declaraciones a la cadena de televisión France2, Henri Guaino, uno de los consejeros del Palacio del Elíseo más próximos a Sarkozy, admitió que el impacto de la crisis financiera internacional roza las puertas de París.

Guaino dijo que el mandatario se dispone a adoptar nuevas medidas para impulsar el crecimiento, pese a que su Consejo de Ministros de niega a aceptar que el país está ya en una etapa muy parecida a la recesión.

Ahora estamos en una cuasi recesión. La pregunta es si empeorará y durará más, o no, apostilló al mencionar las últimas cifras del desempleo como ejemplo de la situación actual, que aumentó a 40 mil personas en agosto último.

El producto interno bruto (PIB) de Francia disminuyó 0,3 por ciento en el segundo trimestre, con lo cual se dispararon los temores de que se hundiría en una recesión, la cual es tangible cuando se dan dos trimestres seguidos de crecimiento negativo.

En un discurso el jueves el Tolón, Sarkozy delineó un panorama gris en torno al futuro económico mundial, aunque señaló que París estaba en posición ventajosa al respecto. Sin embargo, no escondió a los franceses que vendrán meses o años difíciles.