El pedalista de 29 años se adjudicó el triunfo tras vencer en
6:37:30 horas los 260,25 kilómetros del trayecto, para ser
flanqueado en el podio por su cofrade Damiano Cunego y el danés
Matti Breschel, ambos a tres segundos.
Todo apuntaba al duelo entre dos colosos en busca de hacer
historia. Bettini, en pos de convertirse en el primer ganador de
tres mundiales consecutivos, y el español Óscar Freire anhelante de
ser el primero en ceñirse cuatro coronas del orbe. Los dos fueron
neutralizados por el pelotón y ninguno alcanzó su meta.
Mas restaba aún definir al vencedor de la batalla entre las dos
escuadras nacionales más potentes en la carretera. Con siete títulos
en los últimos nueve mundiales, España (4) e Italia (3) luchaban por
imponer su poderío sobre el asfalto, lo que supuso la oportunidad
perfecta para que Bettini se despidiera del deporte activo con una
genialidad, desatando la escapada de sus coequiperos, que a la
postre refrendaron la supremacía de su país.
Concluyó así con otro resultado inesperado el Mundial de Varese,
en el que casi todos los pronósticos quedaron reducidos a nada como
reafirmaron los éxitos del alemán Bert Grabsch y de la
estadounidense Amber Neben, en la contrarreloj elite para uno y otro
sexos, junto al del colombiano Fabio Duarte en la crono sub 23, para
destaque de Latinoamérica.
Solo los triunfos de la campeona olímpica británica Nicole Cooke,
en la prueba de fondo femenina, y del italiano Adriano Malori, en la
sub 23, parecieron avalar una tesis contraria a esa tendencia; de
manera que esperaremos a la versión del 2009, en la ciudad suiza de
Mendrisio, para corroborar si los nuevos monarcas extenderán su
reinado un año más. Hasta entonces el mundo del ciclismo seguirá
girando y otras sorpresas pueden ocurrir.