La Organización Mundial del Comercio (OMC)
aplica estándares totalmente diferentes en relación con diversos
países, sostuvo hoy en la ciudad de Chitá, Siberia Oriental, el
ministro ruso de Agricultura, Alexei Gordeyev.
En una de las críticas más descarnadas de un miembro del
ejecutivo de la nación eurasiática a la institución rectora del
mercado planetario, el jefe de cartera calificó a la OMC de
hipócrita y en cierto grado perjudicial para la economía global.
Es una plana mayor de países industrializados o, más bien, de una
sola nación consabida que lo controla todo partiendo, en primer
término, de sus intereses económicos, afirmó en alusión a Estados
Unidos.
En opinión de Gordeyev, la OMC interpreta todas las cuestiones en
un plano estrictamente comercial sin tomar en cuenta los aspectos
sociales y el hecho de que el sector agrícola tiene importancia
vital para muchos países.
Al referirse al eventual ingreso de Moscú, consideró que volverá
inoperante a ese organismo internacional.
Perderá su sentido de cierto antagonista con respecto a otros
polos económicos y políticos, entre ellos el Estado ruso, expresó el
ministro.
Recientemente el jefe de Negociaciones Comerciales del Ministerio
de Desarrollo Económico, Maxim Medvekov, informó que en las
condiciones de una crisis financiera mundial, Rusia prefiere
ingresar en la OMC para que todos jueguen con ella según las reglas.
La debacle global de las finanzas puede transformarse en crisis
mercantil, alertó el principal negociador ruso en el proceso de
adhesión.
Si existe un sistema de reglas en el comercio mundial, es mejor
participar en él, concluyó Medvekov.
Rusia negocia desde hace más de una década su ingreso en la OMC,
pero tras el conflicto provocado por Georgia en el Cáucaso, las
tensas relaciones entre el Kremlin y Occidente ponen en duda ese
proyecto.