Abel Ramírez (hijo) resultó el de mejor faena: cuarto lugar en el
trampolín de un metro, además de noveno en la plataforma.
La comitiva la completaron el olímpico Yenkler Aguirre (quinto en
plataforma) y Deynet Castellanos.
Abel Ramírez (padre), quien llegó a ser el mejor clavadista
cubano, y entrenó a su hijo desde los seis años de edad a los 12,
rememoró que desde 1991 no asistíamos a estos certámenes, y se
mostró satisfecho con la faena.
"El grupo no obtuvo medallas, pero la actuación fue muy buena",
indicó.
Nos recordó que existen antecedentes de cuatro preseas cubanas:
Jesús Aballí (dos de plata), Jeanyuri González (plata) y Luis
Delgado (bronce).
"En esos tiempos entrenábamos con buenas condiciones en la Ciudad
Deportiva. Estos muchachos, por ejemplo, se prepararon casi sin
iluminación, aquí en el Complejo Baraguá. En ninguna piscina del
mundo se salta con esta oscuridad", dijo señalando hacia las
plataformas.
En hora buena esta participación de Ramírez (hijo), Aguirre y
Castellanos, quienes constituyen parte del mañana de este deporte.