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Kangamba: memoria de una convicción
Se estrenará el próximo 2 de octubre filme
cubano sobre la gesta internacionalista africana en 271 salas y
diversos espacios del país
PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu
"Le debíamos esta obra a los internacionalistas cubanos", expresó
el realizador Rogelio París al presentar ayer a la prensa el filme
Kangamba, producción conjunta del Instituto Cubano del Arte e
Industria Cinematográficos y el Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias que se estrenará el próximo jueves 2 de octubre.
El
general Acevedo, París y el director asistente Rafael Rosales (de
derecha a izquierda) en la conferencia de prensa.
Ese día el ICAIC dispondrá la exhibición simultánea de la cinta
en 271 salas y diversos espacios en todos los municipios del país,
en una programación que se extenderá a lo largo de casi todo el mes.
Se trata de un imponente esfuerzo, si se tienen en cuenta las
afectaciones causadas a las tradicionales salas de proyección por el
paso de los huracanes Gustav e Ike.
"Es por ello —explicó Roberto Smith, vicepresidente del
organismo— que el suceso no solo tendrá lugar en los circuitos de
estreno de la capital y las provincias o en la red nacional de salas
de videos, sino también en espacios al aire libre, algunos centros
universitarios y otros locales acondicionados al efecto".
Escena
bélica de Kangamba.
La premier por invitación acontecerá mañana viernes en la sala
Chaplin, de la Cinemateca de Cuba, la cual acogerá, además, del 29
de septiembre al 4 de octubre una temporada con la película.
DE LA REALIDAD A LA FICCIÓN
Según contó Rogelio París, quien ya había abordado la presencia
internacionalista cubana en Angola en el filme Caravana
(1990), "lo que ocurrió en Cangamba en agosto de 1983 hizo posible
esta Kangamba que se estrena en el 2008".
"Al regresar de África tras el rodaje de Caravana
—declaró— dos ideas comenzaron a darme vueltas: una película sobre
la batalla de Sumbe y otra sobre la de Cangamba".
La localidad de Sumbe fue atacada en marzo de 1984 por 1 500
efectivos de la UNITA quienes encontraron una enconada resistencia
en los 230 cooperantes civiles cubanos, entre ellos 43 mujeres, y
unos 200 combatientes angolanos que defendieron la plaza.
Casi un año antes, en los primeros días de agosto de 1983, un
grupo compuesto inicialmente por 82 asesores cubanos junto a algo
más de 800 combatientes de las FAPLA (ejército angolano) fueron
hostigados y cercados en Cangamba por fuerzas numéricamente
superiores de la UNITA, asistidas por oficiales sudafricanos del
régimen del apartheid, que no tuvieron escrúpulos en masacrar a la
población civil.
El objetivo de la UNITA era establecerse en Luena, capital de la
provincia de Moxico (centro oriente de Angola) y proclamar desde
allí una "república" que sería reconocida por los racistas
sudafricanos. "Lo impidió la heroica resistencia de los combatientes
cubanos y angolanos, que definieron con uñas y dientes, durante
siete días, una posición que, en varias jornadas, quedó reducida a
proporciones de un campo de fútbol, prácticamente sin agua,
medicinas y alimentos", dijo el General de Ejército Raúl Castro al
referirse a la batalla.
En uno de los momentos más tensos, el 7 de agosto, llegó a las
trincheras un mensaje alentador del Comandante en Jefe Fidel Castro:
"Tengan fe en la victoria; no se desesperen (¼
) conviertan a Cangamba en un cementerio más de los sudafricanos (¼
) todos los medios y fuerzas cubanas se emplearán si fuera necesario
para liberarlos del cerco enemigo".
Rogelio París se decantó por esta última historia y durante 14
años acarició el proyecto, hasta que fue posible llevarlo a cabo con
la imprescindible colaboración de las FAR.
Por la institución armada fungió como coordinador principal el
general de brigada Enrique Acevedo: "Nunca quise ver adelantos de la
película, pero ahora que está completa puedo decir que es fiel a la
realidad".
"No me propuse —puntualizó París— hacer un filme de guerra, sino
un filme de hombres y mujeres en medio de la guerra. Por eso habrán
observado que coincide el discurso épico con el intimista que
refleja los sentimientos de los protagonistas".
"En ese sentido la película —explicó— trata sobre las reacciones
de combatientes abocados a una situación límite en el que afloran
convicciones muy profundas.
También es una manera de rendir homenaje a la confluencia de dos
culturas muy relacionadas, la cubana y la africana".
RETOS Y SOLUCIONES
Un drama bélico exige verosimilitud en la composición de las
escenas de guerra. "Fue un gran reto tecnológico y logístico en el
que todos sacamos una gran experiencia —apuntó el productor Rafael
Rey. El director de fotografía Adriano Moreno informó, no obstante,
cómo "la mayoría de las explosiones fueron reales" y confesó que el
material fue filmado con cámaras de cinta MiniDV.
Otro desafío se situó en el orden de las actuaciones: artistas
cubanos asumieron el papel de personajes angolanos, hablando en
portugués acriollado, con destaques para el veterano Samuel Claxton,
Jorge Enrique Caballero, Linnet Hernández, Renny Arozarena y Andrés
Banderas.
Los protagónicos están a cargo de Rafael Lahera (capitán Mayito)
y Armando Tomey (teniente coronel Lorenzo). Tomey basó su personaje
en el jefe de las tropas cubanas en Cangamba, Fidencio González
Peraza, Héroe de la República de Cuba.
En el polígono camagüeyano Paso de Lesca se rodó la película; los
vecinos de la comunidad de Sola y combatientes de las FAR figuraron
como extras.
"Quisiera que el filme sea visto como un legado ético", recalcó
París en la conferencia de prensa. |