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En la ONU
Líderes mundiales reclaman reformas ante crisis económica global
NUEVA
YORK, 23 septiembre.— El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da
Silva, primer jefe de Estado en intervenir este martes ante la 63
Asamblea General de Naciones Unidas, instó a resolver la crisis
económica internacional sin imposiciones .
La crisis financiera, con epicentro en Estados
Unidos, que sacude a los mercados mundiales, y su repercusión en los
países más pobres, las críticas a los organismos económicos
internacionales y el reclamo de cambios en la ONU destinados a
instaurar el multilateralismo, marcaron los debates de esta Asamblea
General.
En su intervención, Lula afirmó que la crisis
financiera internacional fue desatada por los fundamentalistas del
mercado y ahora se necesitan decisiones políticas para solucionar
ese descalabro.
Asimismo, dijo que no solo son los organismos
internacionales los que requieren cambios urgentes.
"La ONU ha pasado 15 años discutiendo la reforma
de su Consejo de Seguridad, la estructura actual no corresponde a
las necesidades del mundo de hoy y del mundo multilateral al cual
aspiramos", enfatizó, según AFP.
En igual sentido, la presidenta argentina,
Cristina Fernández, demandó reformas que garanticen la
multilateralidad en las relaciones internacionales. Según la
mandataria, los cambios son ante todo requeridos en el seno de la
ONU, para convertirla —precisó— en una entidad con resultados
concretos en su gestión.
En otro momento de su discurso, Fernández
consideró que el reciente apoyo de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) al Gobierno legítimo de Bolivia debe ser
tomado como un ejemplo de las mejoras que pueden experimentar los
mecanismos globales.
Según PL, la mandataria cerró su intervención con
un llamado a eliminar los enclaves coloniales, y en particular
mencionó el caso de las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado
por Gran Bretaña desde 1833.
En sus declaraciones, el jefe de Estado
boliviano, Evo Morales, manifestó la decisión de su país de no
abandonar la lucha por la democracia. En ese sentido, hizo una
defensa de la política de nacionalización de los recursos de gas y
petróleo que encamina su Gobierno y denunció la injerencia de
Estados Unidos en su territorio.
Una posición similar asumió el presidente de
Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien durante los debates afirmó que los
próximos gobernantes estadounidenses "deben limitar su interferencia
a sus propias fronteras".
En Latinoamérica, dijo, los pueblos ven su
seguridad e intereses nacionales amenazados por poderes externos
dominantes e, incluso, por las embajadas de algunos imperios.
También arremetió contra las intervenciones de
EE.UU. y de la OTAN en países como Iraq y Afganistán, y denunció la
presión política y económica que algunas naciones poderosas ejercen
contra su país.
Mientras, el jefe de Estado panameño, Martín
Torrijos, pidió ante Naciones Unidas que se le otorgue más poder a
la Asamblea General, con el fin de que todos sus miembros trabajen
conjuntamente para atajar la crisis de los alimentos, la pobreza y
el hambre que sufren millones de personas, la cual calificó de "una
amenaza a la paz social".
El mandatario serbio, Boris Tadic, puso sobre la
mesa el tema de la separación, de Kosovo, declarada en febrero, la
cual su país considera una violación a la integridad territorial.
Durante esta primera sesión intervinieron,
además, los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Francia,
Nicolas Sarkozy y de Estados Unidos, George Bush.
En su última comparecencia ante la ONU, Bush
intentó tranquilizar al mundo respecto a la crisis financiera en
EE.UU. y arremetió contra el Consejo de Derechos Humanos, instancia
de Naciones Unidas a la que Washington no ha podido manipular como
hizo con la antecesora Comisión de Derechos Humanos.
(SE)
NUEVA YORK, 23 septiembre.— El presidente brasileño, Luiz Inácio
Lula da Silva, primer jefe de Estado en intervenir este martes ante
la 63 Asamblea General de Naciones Unidas, instó a la comunidad
internacional a prestar atención a las Reflexiones de Fidel Castro,
quien, dijo, alertó acerca de la actual crisis alimentaria que
afecta al mundo.
La crisis financiera, con epicentro en Estados Unidos, que sacude
a los mercados mundiales, y su repercusión en los países más pobres,
las críticas a los organismos económicos internacionales y el
reclamo de cambios en la ONU destinados a instaurar el
multilateralismo, marcaron los debates de esta Asamblea General.
En su intervención, Lula afirmó que la crisis financiera
internacional fue desatada por los fundamentalistas del mercado y
ahora se necesitan decisiones políticas para solucionar ese
descalabro.
Asimismo, dijo que no solo son los organismos internacionales los
que requieren cambios urgentes.
"La ONU ha pasado 15 años discutiendo la reforma de su Consejo de
Seguridad, la estructura actual no corresponde a las necesidades del
mundo de hoy y del mundo multilateral al cual aspiramos", enfatizó,
según AFP.
En igual sentido, la presidenta argentina, Cristina Fernández,
demandó reformas que garanticen la multilateralidad en las
relaciones internacionales. Según la mandataria, los cambios son
ante todo requeridos en el seno de la ONU, para convertirla
—precisó— en una entidad con resultados concretos en su gestión.
En otro momento de su discurso, Fernández consideró que el
reciente apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) al
Gobierno legítimo de Bolivia debe ser tomado como un ejemplo de las
mejoras que pueden experimentar los mecanismos globales.
Según PL, la mandataria cerró su intervención con un llamado a
eliminar los enclaves coloniales, y en particular mencionó el caso
de las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado por Gran Bretaña
desde 1833.
En sus declaraciones, el jefe de Estado boliviano, Evo Morales,
manifestó la decisión de su país de no abandonar la lucha por la
democracia. En ese sentido, hizo una defensa de la política de
nacionalización de los recursos de gas y petróleo que encamina su
Gobierno y denunció la injerencia de Estados Unidos en su
territorio.
Una posición similar asumió el presidente de Irán, Mahmud
Ahmadineyad, quien durante los debates afirmó que los próximos
gobernantes estadounidenses "deben limitar su interferencia a sus
propias fronteras".
En Latinoamérica, dijo, los pueblos ven su seguridad e intereses
nacionales amenazados por poderes externos dominantes e, incluso,
por las embajadas de algunos imperios.
También arremetió contra las intervenciones de EE.UU. y de la
OTAN en países como Iraq y Afganistán, y denunció la presión
política y económica que algunas naciones poderosas ejercen contra
su país.
Mientras, el jefe de Estado panameño, Martín Torrijos, pidió ante
Naciones Unidas que se le otorgue más poder a la Asamblea General,
con el fin de que todos sus miembros trabajen conjuntamente para
atajar la crisis de los alimentos, la pobreza y el hambre que sufren
millones de personas, la cual calificó de "una amenaza a la paz
social".
El mandatario serbio, Boris Tadic, puso sobre la mesa el tema de
la separación, de Kosovo, declarada en febrero, la cual su país
considera una violación a la integridad territorial.
Durante esta primera sesión intervinieron, además, los
presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Francia, Nicolas Sarkozy y
de Estados Unidos, George Bush.
En su última comparecencia ante la ONU, Bush intentó tranquilizar
al mundo respecto a la crisis financiera en EE.UU. y arremetió
contra el Consejo de Derechos Humanos, instancia de Naciones Unidas
a la que Washington no ha podido manipular como hizo con la
antecesora Comisión de Derechos Humanos.
(SE) |