Agricultores de la provincia cubana de Ciego de Ávila intercalan
siembra de frijoles y calabaza en campos de caña nueva y de plátanos
para incrementar la producción de alimentos, a fin de suplir las
afectaciones del huracán Ike.
La iniciativa tiene el doble propósito de recuperar cosechas
dañadas y enriquecer al mismo tiempo los suelos al aportársele
fósforos, nitrógeno y otros elementos con la introducción de ambos
cultivos.
De esa manera el frijol y la cabalaza absorben también parte del
abono químico aplicado al banano y la caña de azúcar mientras
contribuyen a reducir en estos los niveles de enyerbamiento.
Noel Gil Plasencia, presidente de la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños en Ciego de Ávila, subrayó que la idea ha
prendido en todos los organismos de base de esa institución, donde
más de dos mil hectáreas de viandas fueron devastadas por el
meteoro.
Afirmó que solo de frijoles pueden cosecharse, como mínimo, 150
quintales por cada 13 hectáreas con las siembras introducidas entre
los surcos de los cañaverales y platanales, opción que se extiende
además a las empresas de cultivos varios de la provincia.
Gil Plasencia indicó que el sector cooperativo-campesino aquí
avanza para recuperar los más de 100 mil quintales de viandas
dañadas por Ike y que restituirán igualmente los cultivos
destruidos.
Señaló que el fomento de alimentos agrícolas en la actual etapa,
llamada de frío, será muy superior a años anteriores para abastecer
a Ciego de Ávila y ayudar a otras provincias.
Los maizales cosechados fueron chapeados para plantar en ellos y
otras áreas unas 150 caballerías de papa en el período invernal,
cuyos acopios serán decisivos para la canasta familiar en los
primeros meses del próximo año