Bastaría para ejemplificarlo que cuando el paso de Gustav por la
Isla de la Juventud barría con los tanques de agua y otras
instalaciones que aseguraban el funcionamiento de los equipos de
diálisis, los 31 pacientes con enfermedades renales que recibían esa
vital atención fueron trasladados de urgencia para centros
especializados de Ciudad de La Habana.
Una mirada desde el momento actual a los daños ocasionados por
los huracanes a las unidades de salud, muestra que en tres
hospitales ocurrieron "afectaciones parciales importantes", según
expresó a Granma el doctor Héctor Conde Rico, asesor del
Ministro de Salud Pública para situaciones de desastres, y citó al
Comandante Pinares, en San Cristóbal, Pinar del Río; el Héroes de
Baire en la Isla de la Juventud; y el Guillermo Domínguez, en Puerto
Padre, Las Tunas.
En el caso del huracán Ike, que inició su embestida por las
provincias orientales, dañó en mayor o menor grado a 355 unidades en
Holguín y 267 en Las Tunas, que abarcan hospitales, policlínicos,
hogares maternos, unidades de asistencia social, farmacias y
ópticas, clínicas estomatológicas, unidades de higiene y
epidemiología, bancos de sangre, consultorios del médico de familia,
y también almacenes de electromedicina, unidades de vectores y
direcciones provinciales de Salud.
La estela de destrucción de Gustav por la Isla de la Juventud y
Pinar del Río, seguido en ruta similar por el Ike días después, dejó
daños de consideración en centros de salud, para un total de 109 en
la Isla y 302 en Pinar.
En todo el país, los destrozos de diversa magnitud originados por
ambos huracanes alcanzan las 1 356 unidades.